Madre e hija estaban pasando una apacible tarde de domingo en la piscina de su hogar hasta que la menor de las mujeres decidió entrar a la casa a servirse algo. Tamaña sorpresa se llevó cuando encontró una víbora de casi dos metros de largo debajo de la mesa, con un sapo en la boca.

La escena ocurrió este fin de semana en una vivienda del barrio Punta Chacra, en calle Aparcero al 1900. Según pudo saber El Roldanense, los protagonistas del hecho no lograron entender todavía cómo el animal pudo ingresar a la casa ya que no tenían abiertas puertas ni ventanas.

Frente al inmueble hay un terreno baldío totalmente descuidado y con pastos altísimos, con lo cual atribuyen que el ofidio pudo haber encontrado allí un hábitat más que propicio para guarecerse.

Sorprendidas por la escena, madre e hija lograron tomar una fotografía y acto seguido dejaron ir al animal, del cual desconocen mayores características.