El sábado se llevó a cabo una nueva edición de la fiesta de disfraces que cada año organiza el Centro Cosmopolita Unión y Progreso (CCUP), y una vez más la ciudad se vio revolucionada por la llegada de miles de jóvenes que vinieron desde ciudades vecinas en búsqueda de pasar un buen momento.

Tal como estaba previsto, se reforzaron los controles de seguridad y efectivos de la Policía Vial llegaron a la ciudad para sumarse a los operativos de la Guardia Urbana (GUR) que se dispusieron desde las 18 en dos puntos claves: uno sobre la Ruta A012 y las vías del ferrocarril; otro sobre la Ruta 9 y Sargento Cabral.

Dichas ubicaciones estaban pensadas para controlar a aquellos vehículos que llegaban desde el Cordón Industrial por un lado y de la zona de San Jerónimo por otro.

En Ruta A012 sólo un auto debió ser remitido al corralón, en tanto que en el control de Ruta 9 tres coches fueron trasladados. En todos los casos se debió a falta de documentación, en tanto que las alcoholemias realizadas dieron negativas.

«Los chicos llegaban traídos por un mayor que se quedaba hasta el fin de la fiesta, o se iba y luego los volvía a buscar. Además, hubo muchos que contrataron servicios de combis y otros que utilizaron la figura del conductor designado», destacó Daniel Martínez, titular de la GUR Casco Urbano.

Si bien dentro del predio (donde se habían reforzado todos los controles) no hubo ningún disturbio y la fiesta transcurrió con total normalidad, a la salida ocurrieron algunos desmanes que no pasaron a mayores.

Cerca de las 7.30 un grupo de chicos de la ciudad se enfrentó con otro foráneo y uno de los muchachos involucrados resultó con una herida producida por una botella.

Por otro lado, la Policía informó que unos cinco jóvenes debieron ser atendidos en los puestos sanitarios del Samco por consumir alcohol en exceso, en tanto que aclararon que en todos los casos se les dio el alta sin necesidad de ser trasladados al nosocomio.