Los dos grupos de la academia de danza La Nueva Bella que compitieron el domingo pasado del concurso que organizó la Federación Argentina de Aeróbicos y se disputó en Buenos Aires, le dieron un baile bárbaro a sus rivales y se quedaron con el primer puesto en los ritmos de los que participaron: brasilero y reggaeton. El logro les abre las puertas para presentarse en la competencia internacional que se desarrollarrá desde el 20 de mayo de 2016 en Cabo San Lucas, México, un premio que aún no saben si van a poder concretar.

Es que si bien la Federación cubre algunos gastos como las estadías, hay otros importantes desembolsos como los pasajes y la confección de los trajes que corren por cuenta del bolsillo de los participantes. Un cálculo a mano alzada les hace suponer que para cubrir tal distancia en avión necesitan unos 14.000 pesos por boleto; si eso se multiplica por los once chicos que viajarían más los padres que necesariamente deben ir ya que hay muchos menores de edad, la suma queda fuera de alcance.

Pero si hay algo que caracterizó hasta ahora a quienes le dan forma a la Nueva Bella es dejar todo en la pista, y ese mismo ímpetu lo vienen poniendo para hacerse de los recursos económicos necesarios para recorrer los diferentes puntos del país en que vienen compitiendo. Por supuesto que ahora la situación es distinta por el monto que se maneja, y si bien seguirán con las tradicionales ventas de empanadas o el clásico chancho móvil, también deberán recurrir a la búsqueda de sponsors que les permitan solventarse.

“Hay padres de los chicos que ya están buscando y yo voy a hacer lo propio. La idea es ver si alguna empresa de la ciudad nos puede ayudar y si no, buscar afuera”, contó la hacedora de la academia, Cristina Fernández, en diálogo con El Roldanense. Claro que, aunque ya piensa en cómo resolver el tema de México, también disfruta del logro obtenido en Buenos Aires: todavía le dura la emoción de ese momento en el cual su escuela fue declarada ganadora: “Los chicos no se lo esperaban, yo creo que se dieron cuenta de lo que habían logrado recién en el viaje de vuelta”, contó llena de entusiasmo.

Junto con la campaña para conseguir financiamiento para el viaje, a Cristina y sus chicos les espera ahora una etapa de intenso trabajo, ya que de poder alcanzar el sueño de llevar su baile hasta tierra azteca deberán presentarse con coreografías totalmente nuevas y con trajes inéditos, lo cual les insumirá muchísimo tiempo. A la hora de los ensayos, nuevamente surge la complicación del espacio, ya que siguen sin encontrar un lugar que los contenga y les permita practicar como la situación lo amerita.

“Nuestro esfuerzo es doble comparado al del resto de los grupos”, explicó Cristina, quien tiene bien aprendido de qué se trata eso de remarla.