Los dueños de una perra que vivía junto a su familia en calle Casilda al 500, a la altura de la Garita 3 denunciaron que el pasado sábado su mascota murió producto de haber sido atacada con un rifle de aire comprimido.

“Si tenés hijos con rifle de aire comprimido o lo usas pasa esto, no es un juguete, podés matar o lastimar animales y niños”, publicaron los dueños de Blacky en redes sociales aún consternados por los que le tocó vivir.

“No tiene explicación la maldad humana, ayer (por el sábado) le dispararon a Blacky y dos balines quedaron alojados en su cuerpo. Hoy lamentablemente no resistió más y partió al cielo dejando un dolor inmenso”, detallaron.

Según agregaron, el perro no tenía ninguna marca o mancha de sangre que haya llamado la atención de los dueños, pero vomitó sangre y al llevarla a Urgencias, el veterinario la palpó y se dio cuenta que tenía balines y quedó internada.