Jorge “Noala” Guerra partió en abril de 2018 desde Baja California, México, a bordo de su bicicleta con la intención de recorrer Centroamérica y llegar hasta Sudamérica llevando un mensaje de paz. La pandemia lo encontró en Tucumán y allí debió quedarse ocho meses, pero luego retomó su camino y este viernes pasó por Roldán.

El aventurero que se define como cicloviajero y musiquista urbano, pasó por la casa de una vecina de Punta Chacra donde se quedó toda la tarde compartiendo unos mates para luego retomar su trayecto hacia Rosario. Desde allí se dirigirá luego a Buenos Aires donde tomará un avión que lo llevará de regreso a su tierra y dará por culminada su travesía.

Jorge recorrió 27.000 kilómetros y pasó por 11 países: México, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, desde allí voló hasta Cartagena (Colombia) e hizo pie en Sudamérica donde luego recorrió Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina.

“Es una experiencia muy bonita, de mucho aprendizaje, suelo decir que es un curso intensivo de la vida. Mi proyecto se llama rodando por la vida y puedo asegurar que arriba de la bici el mundo será mucho mejor”, aseguró.

“En México tenemos un problema severo con el narcotráfico y esto es un mensaje, arriba de la bici podemos hasta prevenir la delincuencia. Desde mis 12 años que toqué por primera vez las cuerdas de una guitarra supe que iba a hacer eso toda mi vida y la bici sale como un complemento: para poder componer distinto pensé en hacer viajes, primero caminando pero luego mi hermano Jaime Guerra me regaló la bici y desde entonces estoy enamoradísimo de la bici; compongo canciones y la gente me puede seguir en todas las redes como Noala Guerra”, contó.