Apuesta por Roldán: la cooperativa de alimentos que llegó desde Rosario y crece con espíritu colectivo
Cerca de cumplir una década de vida, Los Profesionales producen alimentos naturales, sin conservantes. Superaron los embates de la pandemia y van por más, luego de participar de la gran Feria Industrial de la ciudad.
Corría el año 2014 cuando un asado entre amigos y compañeros de trabajo se transformó en el punto de inflexión para una idea colectiva. En medio de la cena creció con firmeza el propósito de constituir una cooperativa de trabajo, una iniciativa que se concretó a comienzos de 2015 en Rosario. Aquella cooperativa, aún con los cambios lógicos del paso de los años, se llama Los Profesionales y pudo asentarse hace poco tiempo en Roldán. Y más allá de que la pandemia golpeó con crudeza, sumaron adeptos en la gran Feria Industrial y aspiran a ir por más.
José Luis, anfitrión de aquella comida, había notado las dificultades económicas de sus colegas. Proveniente del Sindicato de Confiteros y emprendedor por naturaleza, había formado junto a otros pares la escuela de pasteleros. Allí se reunían viejos y nuevos especialistas, con el objetivo de compartir recetas y fórmulas. Luego de participar en un certamen de pastelería, viajó a Europa junto a empresarios que querían abrir una gran fábrica de alfajores en Alemania. Sin embargo, la crisis financiera de Argentina en 2001 hizo imposible que se pudiera llevar a cabo.
En ese momento, acordó una indemnización por los casi 25 años que había trabajado en la confitería Europea. “Me dejaron todos los contactos. Entonces, empecé a buscar por diferentes carriles y llevaba una buena carta de presentación. Siempre fui muy inquieto en cuanto a creatividad y a la posibilidad de escuchar para aprender”, contó a El Roldanense desde su lugar de trabajo en Roldán. De hecho, en ese entonces comenzó a trabajar en otra pastelería alemana que le sirvió como modelo. “De allí traje fórmulas, me abrió la cabeza”, describió.
De regreso en Argentina, el desafío de la cooperativa tomó fuerza. En conjunto colocaron la piedra basal durante aquella comida y se pusieron manos a la obra. “Pudimos comprar las primeras máquinas en Campana, Buenos Aires, y no teníamos un local alquilado aún. Las pusimos en el departamento. Tuvimos un gran comienzo como cooperativa”, recordó. “Éramos 15 miembros. Hoy somos ocho. Ayudamos a muchos para que se puedan jubilar. Esa es la clave al trabajar de esta manera, tener empatía. Esto no es mío, es de todos”, dijo.
Dos personalidades fuertes de la política regional dieron una mano importante. En primer lugar, el ex gobernador Miguel Lifschitz apoyó la iniciativa y brindó un subsidio para la apertura de una escuela en la que formaron docentes pasteleros. Años después, Pablo Javkin, actual intendente de Rosario, visitó la cooperativa y consultó qué hacía falta. “Nos regaló una amasadora. Estábamos trabajando con la más chiquita, entonces nos dio una más grande”, detalló, luego de exhibir las máquinas con las que trabaja a diario en Roldán.
En este contexto, allá por 2021 desembarcaron en la ciudad. Primeramente lo hicieron en Funes, aunque la imposibilidad de hacer frente a dos alquileres de forma simultánea los llevó a inclinarse por el lugar al que José se había mudado junto a su esposa, María Cecilia. Vecinos del barrio Punta Chacra, estaban habituados a viajar con asiduidad a Rosario para trabajar, hasta que optaron por abrir las puertas de Los Profesionales en calle Santiago al 800. “Llegamos aquí porque buscábamos un lugar disponible que tuviera todos los servicios”, señaló.
La pandemia hizo trastabillar la estructura de la cooperativa, aunque no pudo vencerla. “Los últimos años fueron terribles para nosotros. Tuvimos que sacar créditos personales, considerando el valor de los insumos y otros elementos”, expresó Cecilia, aunque también destacó que la ciudad les dio un impulso renovador. “Aquí empezamos de nuevo, más allá de que hay gente que sigue estando en la cooperativa y no viene a trabajar. Esas personas continúan como socias fundadoras, no se quieren ir”, valoró.
Pese a las dificultades, lograron entrar a los programas de subsidios que ofrecían los gobiernos nacional y provincial hasta el año pasado. “Uno se denomina ‘Mercado de Cercanía’ y nos permite vender nuestros productos y de otras cooperativas. Nos avalaron y dijeron que nos iban a dar un nuevo impulso”, detalló ella. “Nos llamaron desde el Ministerio de Capital Humano para decirnos que conocían nuestra labor y que saben lo que venimos haciendo. Siempre tratamos de tener todo en regla y los papeles en orden”, profundizó él.
En medio de este renacer, fueron parte de la primera Feria Industrial de la ciudad, realizada en septiembre frente al SUM del Paseo de la Estación. Recibieron la invitación por medio del secretario de Producción municipal, Diego Gettig, y no dudaron en aceptarla. “Fue el primer evento del que participamos en Roldán. Es muy importante que nos abran las puertas, sabemos el eco que genera en la gente y nos ayuda a hacernos conocidos”, señalaron a dúo. “Somos la única cooperativa de alimentos que hay en Roldán. Fue una alegría bárbara participar”, añadieron.
“Vendemos productos congelados porque todo lo que hacemos es saludable, sin conservantes. Hacemos raviolones, canelones, sorrentinos, fideos blancos, fideos de espinaca, pizzas y un pan que tiene salvado, semillas de chía, lino, aceite de coco, girasol y sésamo”, contó José, y habló sobre la elaboración. “Amasamos, colocamos los ingredientes y dejamos macerar un día en la heladera. Cocinamos y colocamos los productos en una máquina que congela en 15 minutos. Cada unidad pasa por la guillotina que embolsa y lacra, y de ahí a los freezers”, explicó.
Mientras crece la posibilidad de comercializar sus productos en supermercados de la ciudad, tienen la idea de incorporar vendedores y empleados locales. “Apuntamos a que esto irá creciendo, tenemos mucha fe en Roldán. Vinimos porque nos gusta la ciudad y vivimos más tranquilos. Nuestra expectativa es ir a más de aquí en adelante. Se puede hacer una movida muy linda y grande”, se esperanzó. Y cerró con un mensaje que refleja el espíritu de una cooperativa: “No debemos jodernos unos a otros, esto es de todos. En la vida hay que tener empatía”.