La Ciudad

Arte a través del pincel: la roldanense que retrata personalidades y sueña con exponer su talento

María Liana Trapano dibujó a Messi, Charly García y Marilyn Monroe, entre otros, en su “serie añeja”. Tiene un taller montado en casa y asegura que cada tanto cambia el rumbo de su arte para no aburrirse.

Cuando pone manos a la obra con uno de sus cuadros, la artista roldanense María Liana Trapano empieza por los ojos. Necesita que la pintura la mire y le transmita algo para avanzar. Usualmente, despliega sus herramientas en el taller que montó en su casa de barrio Arrabal y da rienda suelta a su pasión. Fue así que, a fin de año, mezcló diversas técnicas para realizar retratos de personalidades reconocidas como Lionel Messi, Charly García, Marilyn Monroe, Abel Pintos y Frida Kahlo. No obstante, su ambición por el arte comenzó tiempo atrás y, en ella, exploró diversas variantes.“Toda la vida me gustaron las manualidades y, en un momento, comencé a ir a talleres de arte. Empecé a utilizar diferentes técnicas, aunque era algo que no me terminaba de llenar”, contó Liana en diálogo con El Roldanense. Por entonces, conoció a una profesora que la impulsó a hacer el profesorado de pintura decorativa en Rosario. “Aprendí mucho en base a la pintura, ya sea en óleo, acrílico, acuarela, a la tiza y otras posibilidades”, contó sobre el después de aquel día que marcó un punto de inflexión.Acostumbrada al cambio, afirmó que necesita hacer distintas cosas en torno al arte para combatir el aburrimiento. “Se me ocurrió plasmar hojas de libros viejos sobre una base de madera, con la técnica decoupage, y hacer arriba la pintura de diferentes personas reconocidas”, describió, y añadió que tiene pensado seguir con esa técnica. “Me encanta, más allá de que no tengo mucho tiempo y no me dedico exclusivamente a esto. Aprovecho mis ratos libres y momentos de inspiración para plasmar lo que quiero”, explicó.Hace poco tiempo que empezó con esta “serie añeja”, tal como la denominó. “Tengo un compañero que lee mucho y me comentó que en su casa tiene una gran cantidad de libros viejos. Se me ocurrió decirle ‘si no pensas leerlos más y no te importaría dármelos para volcarlos en mi arte, traemelos’”, detalló ella, quien vuelca sus obras en la cuenta @m.liana.art. Se preocupó, además, por advertirle a su colega de que observara si las páginas estaban amarillentas para que se note el paso de los años. “Me trajo varios y arranqué, esto me surgió en un momento y no lo pensé mucho”.Cada cuadro de estas características le lleva dos días de trabajo. Ya había pintado a Marilyn (de hecho, así apodan a Liana sus amigos y familiares) anteriormente, sabía que el de Messi sería “un boom” y un amigo fanático le dijo que hiciera a Charly. Sin embargo, no descarta modificar pronto el rumbo de su talento. “En noviembre pinté dos cuadros enormes en óleo que me habían pedido. Uno es un muelle y el otro un canoero en el medio del río”, dijo, y continuó: “Necesito muchas horas para este tipo de trabajos, pero es la técnica que más me gusta, es linda y súper fiel”, señaló del otro lado del teléfono.Aún cuando hizo dos murales en un centro de estética y un gimnasio de Rosario, aseguró entre risas que a sus 48 años prefiere dedicarse a otro tipo de pinturas. “No es lo que más me gusta y el cuerpo tiene que responder de otra manera por el trajín que requiere. Si esto me hubiese tocado a los 20, capaz hacía más”, justificó. Precisamente, desde Rosario llegó hace 15 años, cuando nació su hija Martina. “Compramos un terreno, hicimos la casa y al principio nos costó un poco, aunque de a poquito fuimos encontrando nuestro espacio”, recordó.“Es difícil el despegue del artista, la llegada, que te valoren, y no tengo mucho contacto con gente que esté en el rubro”, adujo, y lamentó no haber estudiado la carrera de Bellas Artes en su momento. Consultada sobre la posibilidad de exhibir sus cuadros en la ciudad, Liana no dudó en responder de forma positiva. “Me encantaría exhibirlos. Igualmente, para hacerlo necesito cantidad, es decir agrandar la serie, y un espacio”, precisó, mientras evalúa cuál será la próxima personalidad a retratar mediante el pincel.