Brote de dengue: “La fumigación no es efectiva, solo mata al 20% de los mosquitos adultos”
Analía Chumpitaz, funcionaria del Ministerio de Salud provincial, señaló que la clave está en el descacharrado y que este virus no se relaciona con el corte de pasto o desmalezamiento. Un panorama de lo que se viene respecto al brote en los próximos meses.
El mes de febrero marcó un incremento en los casos de dengue a nivel provincial. Las estadísticas reflejan un crecimiento en los positivos y, según expresa un documento elaborado por el Ministerio de Salud, Roldán es la ciudad del departamento San Lorenzo con mayor cantidad de casos. En ese contexto, Analía Chumpitaz, directora de Promoción y Prevención de Santa Fe, explicó en diálogo con El Roldanense que la fumigación no es tan efectiva como el descacharrado para el control del virus, en tanto definió como “crítica” la situación actual.“En primer lugar, debemos recordar que este no es un problema solo de la provincia de Santa Fe. Hay una situación regional que afecta a las Américas, en donde Brasil es uno de los países con mayor afectación”, afirmó Chumpitaz del otro lado del teléfono. “Como coletazo, nuestro país y la provincia están teniendo un aumento en el número de casos. Más allá de esto, la situación de circulación en toda la provincia es por tres virus: dengue 1, dengue 2 y chikungunya, y es más alta para lo que suele suceder en esta época del año”, describió.Consultada sobre el alcance que puede tener la fumigación para la disminución de circulación del virus, indicó que esta no es preventiva. “No es tan efectiva como sí lo son otras medidas, por ejemplo el descacharrado que elimina los huevos. Es una herramienta propicia para el momento sanitario en el que se indique. La fumigación elimina cuanto mucho el 20% de mosquitos adultos”, pronunció. “Puede que la nube ataque a algunos, pero muchos otros están detrás de una planta o nacen al día siguiente, cuando ya pasó la fumigación”, señaló.“Cuanto más utilizo la fumigación, más resistencia genero en los mosquitos y habrá un momento en que no tendremos más con qué fumigar”, expresó Chumpitaz, y añadió que este mecanismo modifica el ecosistema y elimina a los depredadores. “El mosquito tarda aproximadamente una semana en convertirse en adulto desde que es huevo, en cambio los depredadores tardan semanas. Por eso, si los matamos, obviamente aumentará la cantidad de mosquitos. Esto ocurre cuando se fumiga de manera no articulada”, esgrimió.Asimismo, especificó que el descacharrado es “la medida fundamental” a tomar en brotes de dengue. “Tenemos que recorrer nuestra casa cada tres días buscando los reservorios donde el vector deposita sus huevos”, recomendó. “Estos son, por ejemplo, el platito debajo de la maceta, el vasito en el que ponemos una planta acuática que también podría vivir con tierra y arena, el bebedero de la mascota al que debemos cepillar y limpiar asiduamente, entre otros muchos lugares en donde se suele juntar agua y el mosquito coloca sus huevos”, enumeró.“Lo más importante es que este virus se transmite y reproduce en el interior de las viviendas, es domiciliario. Es fundamental el trabajo coordinado que debe hacer el Estado junto con los vecinos y vecinas”, dijo la directora. “Es crucial reforzar estas disposiciones en este momento de brote. Otra de las medidas importantes es la utilización del repelente, fundamentalmente para aquellos que han tenido dengue en otras oportunidades”, sumó. Además, señaló que la circulación viral comenzó anticipadamente y los primeros casos se registraron en noviembre.Por el mismo lado, se refirió a si existe una relación entre el crecimiento del virus y el desmalezamiento. “Desde la perspectiva del Aedes Aegypti, el mosquito transmisor del dengue, el corte de pasto no se relaciona con su disminución. El vector es intradomiciliario, no está en los charcos ni en la acumulación de pastos”, argumentó. “Puede servir visualmente, pero no para este mosquito. Más allá de que se trata de medidas que el Estado debe tomar por otro tipo de enfermedades, este brote no tiene relación con el desmalezado y sí con el descacharrado”, justificó.“El primer brote nacional que tuvimos fue en el 2009, después de muchas décadas de no tener dengue. Es una enfermedad reemergente, es decir que volvió, y a partir de allí tuvimos brotes cada vez más cercanos uno del otro”, razonó. “Solo estuvimos dos meses sin circulación viral entre el año pasado y la actualidad, por lo tanto la tropicalización y la cuestión antrópica en la que los seres humanos tenemos que ver con el cambio climático hace que vayamos a un escenario de endemia. Todos los meses vamos a tener dengue”, expresó.Teniendo en cuenta el brote actual, Chumpitaz hizo un análisis sobre lo que sucederá en los meses venideros y su pronóstico no es alentador. “No estamos recibiendo adecuadamente la provisión de insecticidas y otros productos e insumos que usamos para la fumigación”, lamentó, y pronunció: “Dada la situación en la que estamos, y viendo lo que se vive en Brasil y otros países cercanos, la actualidad es bastante crítica y creemos que así continuará siendo en los próximos meses”.