Por: Equipo Casa Bolten

En primer lugar comprendemos que el consumo de sustancias es una problemática del campo social. Que pone en relación múltiples aspectos que involucran a las personas, las sustancias y a un contexto social que los determina.

Se ha definido a la sociedad actual como “sociedad de consumo”, por el marcado predominio de las leyes del mercado por sobre las necesidades humanas.

En este sistema las sustancias psicoactivas o “drogas” son una mercancía más. Y mientras por un lado avanzan las desigualdades y la vulnerabilidad de gran parte de la población; por el otro, el sistema obliga a consumir para no ser excluido. Para ser y pertenecer hay que “ tener”, esto configura profundamente la identidad de las personas y
determina los vínculos y relaciones sociales.

Otro aspecto que es parte de este contexto pero que excede el análisis que podemos hacer aquí, es el avance del narcotráfico, como un “negocio” que aunque ilegal aporta poder y riquezas a un sector de la sociedad que involucra a diferentes actores del sistema. La penetración de la venta ilegal de sustancias en cada barrio pone a disposición de la
población el consumo de sustancias ilegales cada vez más accesibles y cada vez más teñidas de violencia. Al mismo tiempo el negocio de la droga se configura como una meta social disponible para muchas personas en su mayoría jóvenes, poniendo en juego su propia vida.

Ante la complejidad de este contexto, y entendiendo que si bien todas las personas se configuran como “consumidoras” pero no todas establecen una relación problemática con el consumo. Nos preguntamos ¿cuándo podemos decir que el consumo de alguna sustancia se vuelve problemático?

En primer lugar, no es una situación que irrumpe repentinamente, sino que es un proceso que se da en la historia de vida de una persona, que involucra una trayectoria de aprendizajes, vínculos, grupos y relaciones sociales. Y se va volviendo problemático, aunque no haya registro propio de esto, cuando comienza a afectar la salud, los vínculos y
los proyectos de vida.

Cabe diferenciar la situación de uso de una sustancia del abuso o adicción. En el abuso, además de aumentar la frecuencia y cantidad, cambia la modalidad de consumo, que además de volverse compulsivo comienza a tener una significación o un lugar preponderante en la vida cotidiana de la persona. Familia, relaciones sociales, vínculos
afectivos, trabajo, el cuidado de la salud, actividades recreativas, etc. se ven afectadas por esta situación. Muchas veces el registro de esta problemática comienzan a tenerlo otras personas y no quien lo padece directamente.

Se habla de adicción cuando la vida de una persona gira en torno a consumir esa sustancia, una problemática de salud en donde se crea una dependencia a tal punto de comprometer la vida de esa persona, perdiendo el control sobre el consumo y llegando a experimentar síntomas psíquicos y físicos ante la abstinencia.

Finalmente decimos que esta problemática, se presenta en los sujetos singularmente pero es una problemática que nos involucra a toda la sociedad. Desde la Asociación civil Casa Bolten, venimos trabajando en un proyecto que articula tanto dispositivos de prevención como de asistencia a personas en situación de consumo
problemático. Dejamos a disposición de la comunidad, contactos para orientación y asistencia:

En Roldán. Asociación Civil CASA BOLTEN. Atención, Orientación y Asistencia. lunes a viernes de 8hs a 20hs: 341 2035005

SEDRONAR. Para orientación e información las 24hs. 141

APRECOD. Centro de Orientación y atención telefónica. Todos los días de 8 a 24hs. 0800 345 5640