La Ciudad

Nacido y criado en un reconocido circo apostó por un parque de atracciones y lo trajo a Roldán

La pandemia golpeó su rubro, por lo que decidió comprar más de 10 juegos infantiles y llevarlos por diferentes localidades. El último fin de semana se instaló en la ciudad.

La pandemia golpeó el rubro circense con crueldad y obligó a sus artistas a readaptarse, a aguardar a que la inmensa ola bajara para poder volver a su rutina. En ese compás de espera, y en medio de la incertidumbre, un hombre que mamó esa cultura desde muy chico llegó a Roldán con un espectáculo similar, pero diferente. Montó un parque de atracciones con gran cantidad de juegos en el predio ubicado frente al Centro Cosmopolita Unión y Progreso (CCUP), y abrió sus puertas el último fin de semana.“Yo soy nacido y criado en el circo Tiffany, soy de la cuarta generación. Tengo a toda mi familia en San Jerónimo Sud, por lo que soy más o menos local en Roldán”, dice Sebastián, el responsable del parque, a El Roldanense. “La pandemia nos dio una paliza, nos azotó en el sentido económico y quedamos sin trabajo. No nos sucedió sólo a nosotros, sino a un montón de familias de circo. Ahora nos dedicamos a esto”, expresa. Más allá de que hay circos que reabrieron, él todavía decide no aventurarse en esa iniciativa.Llegó junto a su familia desde Casilda, donde estuvieron nueve fines de semana, y tuvieron una gran recepción aquí. “Gracias a Dios, el último fin de semana nos fue muy bien, a pesar de que el tiempo amenazaba. Estábamos con la duda de si abrir o no, pero vino mucha gente y nos pidieron que abriéramos”, relata. La apertura fue el viernes por la noche, en tanto que sábado y domingo trabajaron por la tarde. El último lunes comenzaron a las 18:30 horas y, de acuerdo a la convocatoria, decidirá si abrirán todos los días o solo el fin de semana. Una vez terminada su estadía acá, instalarán el parque en otras localidades como Álvarez y Acebal.Hay más de 10 juegos disponibles, entre ellos el bungee saltarín, los autos flash, barcos, inflables, dumbos voladores, helicópteros, tobogán gigante, la oruga loca y el gusano loco. “Hay un popurrí para divertirse”, comenta, antes de expresarse sobre los costos del parque: “Esta semana estamos cobrando $200 por cada juego y tenemos una promoción de tres por $500. Dentro de todo, es accesible, la diversión no tiene precio”, destaca Sebastián. Además, en el carrito venden copos de nieve y gaseosas, pero decidieron no abrir buffet “porque vimos que hay otros carritos en la ciudad y no queremos sacarles clientes”.“El nombre es Liberty Park. Se lo puso mi hijo que tiene 8 años”, dice, y en paralelo suma que con el circo han llegado a diferentes lugares de Roldán, como la ruta 9 o frente al cuartel de Bomberos. “Encontramos este lugarcito acá y esperamos poder traer el parque nuevamente en un futuro, para que todos los chicos tengan una diversión. Después de tanto encierro, ¿qué hay más lindo que un parque como este en el pueblo?”, se pregunta retóricamente, mientras observa desde la boletería el andar de los diferentes juegos.Uno de los puntos destacados es que el espacio brinda trabajo a la gente local. “Contratamos empleados del mismo pueblo en el que estamos. Hoy tengo a 10 personas a las que les pagamos por hora y vienen a atender los juegos”, asegura. Detrás del lugar desde donde habla, tiene su casilla rodante, el lugar donde vive y que no cambia siquiera por su casa de material. “Hacemos nuestra vida en el parque, estamos acostumbrados. ¿Viste cómo es ahora la tecnología? Hay aire acondicionado, plasma, Wi-Fi, de todo. Vivimos de 10”, dice. Sebastián tiene una forma de vida nómade y transmite con orgullo su herencia. El parque lo representa.