La Ciudad

Al mejor estilo Discovery Channel, visita destinos exóticos y abrió su propio canal de aventuras

Patricio es roldanense y le apasiona la naturaleza y los lugares que esconden una historia. Creó su cuenta en Youtube y, con un estilo propio, cada día genera más contenido.

Patricio pulsa rec y empieza a filmar. La toma comienza con un plano selfie que deja ver, detrás, el lugar en el que está, uno de los tantos parques nacionales y provinciales que ha visitado. Le apasiona viajar, descubrir, sentirse libre en la naturaleza y explorar nuevas experiencias. Desde noviembre del año pasado, optó por fusionar ambas ideas, la de acampar en medio de un paisaje único y la de exhibirlo en su canal de Youtube, Aventuras con Pato. Ya recorrió  varios lugares del país y, cuando avizora el futuro, se ve visitando nuevos horizontes y mostrando lo que ve a sus suscriptores.

Disfruta de la soledad, de permitirse observar la esencia más íntima de la naturaleza. Es por eso que, en muchas ocasiones, intenta pasar desapercibido más allá de que esté filmando y generando nuevo contenido. Prefiere alejarse del ruido, escuchar el silencio y guardarse los momentos, esos que ve cuando descubre animales o debe adaptarse a condiciones un tanto extremas. Luego llega a casa y se dispone a editar, grabar y publicar. Lo hace con un estilo dinámico, escenas divertidas y un tono jocoso.

“Antes de crear el canal, iba a recorrer parques nacionales y me encantaba hacer ese tipo de viajes. Tengo un amigo que es youtuber y tiene una cuenta que se llama Pesca Urbana. Él me dijo ‘¿por qué vos, que viajas tanto, no creas un canal y mostras todo lo que haces?’”, relata Patricio a El Roldanense sobre el origen de una iniciativa que está pronta a cumplir un año. Además de la plataforma de video, en la que superó los 600 suscriptores y sus videos tienen una gran cantidad de comentarios, la cuenta de Instagram @aventurasconpato lleva más de mil seguidores.

Ha visitado otros países como Ecuador, Brasil, República Dominicana o Cuba, pero fueron destinos de vacaciones. No se reconoce como un trotamundos y dice que la idea de recorrer es, por ahora, fronteras adentro del país. “La pasión por viajar viene desde hace mucho tiempo. A los 20 años me agarró. Dije ‘guau, cuántas cosas hermosas hay, y yo no conozco nada’. Trabajaba, pero no ganaba mucho y no podía salir. Apenas junté unos manguitos, empecé a viajar y, por suerte, conozco un montón de lugares del país”, cuenta.

Otro concejo le valió tanto como aquel que le recomendó grabar y mostrar sus travesías. En un asado, un amigo le contó que visitaba parques nacionales con su novia y le mostró folletos. Se mostró sorprendido, le gustaba viajar pero no tenía idea de que se podía ingresar a ese tipo de lugares. Fue un camino de ida. “Me encanta la posibilidad de estar en la nada. Cuando llego a algún parque provincial, digo ‘ojalá esté solo, que no haya gente, para así contemplar bien el lugar en silencio’”, dice este roldanense que mira muchos programas de Discovery Channel o Nat Geo para empaparse y luego volcar ideas.

“En este tiempo, estuve en varios lugares. Uno fue Mendoza, donde recorrimos San Rafael, acampamos en la montaña, hicimos rafting y algunas cosas de aventura, como tirolesa. También visitamos el Cañón del Atuel. Fui al Parque Nacional Chaco y tres parques provinciales que son parte del Impenetrable: Loro Hablador, Fuerte Esperanza y Pampa del Indio. Estuvo muy bueno”, argumenta con entusiasmo. “En Entre Ríos fui al Palmar y al Pre-Delta, y en Buenos Aires al Ciervo de los Pantanos. También estuve en el sur, recorrí un montón”, sigue, antes de inmiscuirse en las aventuras más lindas y osadas.

Un viaje al parque Lihué Calel, en La Pampa, le sirvió para ver una tormenta única. “Estuvo buenísimo por cómo se vio el cielo. Ahí te dicen que son las tormentas más hermosas, hay rayos por todos lados y se ilumina todo. Es increíble. Los guardaparques me decían ‘prepárate porque va a ser hermoso lo que vas a vivir’”, rememora. En ese lugar, la señal de teléfono se pierde unos cuantos kilómetros antes de llegar y hay una numerosa cantidad de animales. “Oscurece y empiezan a salir las vizcachas, las podes filmar tranquilo. Ahí vi zorros, guanacos, gatos montés, de todo”.

En otro de los viajes, una aparición sorpresiva lo dejó incrédulo cuando estaba listo para despedirse de sus seguidores y tirarse a dormir en su carpa. “Vi algo que venía y me cagué todo. Era un pecarí, pero él estaba re pancho, pasó de chusma y me olió. Lo filmé con el celular hasta que se fue”, cuenta. Igualmente, no quedó ahí, ya que horas después la pasó peor; otro pecarí se le cayó en la cabeza cuando dormía.  “Tenía un olor a podrido bárbaro. El guardaparques me decía que están en época de reproducción y se frotan en los árboles para dejar olor. Se ve que se frotó en la carpa, yo me pegué un susto bárbaro”, dice.

La visita a El Rey, un parque nacional ubicado en Salta, fue una de las más divertidas para él. “Va muy poca gente, tenes que pasar cuatro o cinco arroyos con el auto. Está zarpado, vivís una súper adrenalina”, expresa y deja ver la pasión por lo que hace. Tiene planeado volver a ir, ya que en su momento sólo estuvo un par de días, y anotó varios destinos a visitar y filmar. “Lo único malo es que el parque está lleno de garrapatas; cuando fui no sabía, ahora iré más preparado con botas de lluvia y unos pantalones especiales”, afirma, precavido.

Su objetivo de disfrutar cada sitio en silencio tiene que ver con adoptar la naturaleza real del lugar, pero también con no perturbar ni quitarle comodidad a los animales. Interactúa con guardaparques, de quienes dice que son muy accesibles, y consulta por tips o consejos. Durante el mes de julio, tiene planeado hacer ese viaje por el norte que se debe, si la situación actual lo permite. “Haré un recorrido de 20 días por parques. Hay uno que quiero ir que se llama Laguna de los Pozuelos, una laguna de muchas hectáreas en el medio de la montaña. Hay 60 mil flamencos y muchas aves, debe ser hermoso”, imagina.

Hoy en día, la naturaleza es lo que siente y por lo que se deja llevar, pero sus videos también tienen otro tipo de material. El primero que publicó es de una visita a la estancia Santa Rosa, en Roldán. El último, el castillo De Freyre, en Carcarañá. “Es un lugar muy lindo, está muy destruido porque nunca nadie lo mantuvo ni lo restauraron. Cada día está peor, pero todavía se puede apreciar. Tiene túneles, sótanos, y se dice que allí había batallas contra los indios. Es una linda historia”, señala. En el medio, también aprovechó y fue al pueblo Berretta, a 60 kilómetros de Rosario. Un sitio que, según cuenta en el video, vio irse a su gente cuando dejó de funcionar el ferrocarril y hoy tiene solo 11 habitantes.

Gran cantidad de sus viajes los hizo solo, aunque en otros tantos estuvo acompañado de su pareja, su padre o amigos que se sumaron. Cada día cuenta con mejor tecnología para sus videos y se va equipando de material para crear contenido de calidad. En el porvenir, Patricio, chef de profesión y dueño de una distribuidora de bebidas de la zona que le permite manejar sus propios horarios, se ilusiona con monetizar el canal y vivir de sus travesías. “No soy un gran youtuber, pero voy creciendo”, dice y echa la carcajada.  “En un futuro, espero poder dejar el trabajo y viajar. Veré si puedo trabajar de esto”, expresa.

Autodidacta, todo lo hace por su propia cuenta. Durante sus viajes, descarga cada día el material filmado a la computadora. Una vez en su hogar, empieza a cranear la publicación con una aplicación a la que siempre le descubre una característica más para explotar. A Patricio le apasionan los animales, pudo ver de cerca a muchos de ellos y hasta nadar con lobos marinos en su hábitat natural. Pero más se preocupa por no invadirlos. Vive en Roldán hace poco más de seis años y quiere seguir viajando para descubrir lugares e historias. Para apretar rec y empezar de nuevo.