Salió del potrero de barrio América y saltó de Sportsman a las inferiores de Rosario Central
Mía Mansilla jugaba en el popular campito de la Vaca Atada antes de sumarse a Sportsman. Ahora, pasó la prueba y se unió al Canalla. “Mi sueño es jugar en la Selección Argentina”, contó.

A mediados de abril, Sportsman comunicó oficialmente el primer pase de una jugadora formada en su institución hacia un club profesional del fútbol argentino. Mía Mansilla, de 14 años, firmó el vínculo que la une a las divisiones inferiores de Rosario Central. Vecina del barrio América, la joven deportista roldanense es la muestra de que el potrero sigue dando resultados. Fue en la Vaca Atada, como tradicionalmente se conoce a la canchita ubicada frente al obrador municipal, donde dio sus primeros pasos jugando con su hermano Sebastián.
“De chiquita lo veía jugar y me empezó a gustar mucho. Él me enseñó a patear, cabecear, tiros libres y más”, recordó Mía en charla con El Roldanense. “Un día estaba en la colonia, la profesora me vio jugando a la pelota y me invitó a Sportsman. El club me ayudó a mejorar todo lo que yo había aprendido con mi hermano”, destacó ella, quien se unió a la Cebra poco después de cumplir los 12 años. Ahora, lleva dos meses entrenando en las categorías formativas del canalla, luego de superar la prueba.
Su desembarco en Central fue, a la vez, una prueba de carácter. “La profesora Aixa me llamó y preguntó si quería ir a probarme. Eran cuatro días de la semana. El primer día me llevó ella, hicimos un partido y salió todo bien”, recordó. “Al segundo no pude ir porque las dos chicas que habían ido conmigo dejaron, no quisieron ir más. Me las tuve que arreglar para asistir los dos días siguientes y fui en colectivo”, describió. Sin embargo, el momento más esperado llegó cuando la DT auriazul le dijo que no tenía nada más que demostrar y ya era parte del equipo.
A la hora de elegir una ídola o referente, Mía no dudó. “Considero un gran jugador a mi hermano, que actualmente está en el club San Lorenzo, por la ruta”, resaltó. “Me acuerdo que jugábamos juntos a la pelota todo el tiempo, en la canchita del barrio. Era muy lindo. En mi casa no podíamos por si rompíamos algo”, rememoró con nostalgia la joven futbolista local, quien a la par del fútbol no abandona sus estudios. “Gracias a Dios, estoy estudiando en la escuela 1643, voy a segundo año y me está yendo bien”, aseguró.
“Estos años en Sportsman fueron muy lindos, pasé momentos hermosos con las chicas. Muchas veces sentí que crecía y me felicitaban, otras veía que no daba resultado y me frustraba, pero siempre traté de esforzarme más para que me salieran las cosas”, contó Mía, antes de narrar su gran sueño. “Quiero que me vaya muy bien en el fútbol, mi sueño es jugar en la Selección Argentina. Si llego a lograrlo, le daré todo a mi familia porque me apoyaron siempre y se sacrificaron un montón por mí”, añoró.