La Ciudad

Que se ponga de moda cuidar el planeta: el proyecto sustentable que desarrollaron alumnos del colegio Stevensson

Formó parte de una materia de Primer Año de la secundaria pero la intención es que trascienda no sólo las puertas del aula sino de la institución misma.

Reciclar, reducir y reutilizar. Bajo la premisa de esas “tres erres” que encierran muchos de los secretos del cuidado del medioambiente, los alumnos de Primer Año del Colegio Stevensson llevaron a cabo el proyecto “Que se ponga de moda cuidar el Planeta”, con el que se propusieron aportar su grano en materia de ecología.

Si bien nació dentro del marco curricular de la materia Laboratorio de Ciencias Naturales a cargo de la profesora Joana González, la génesis de toda la iniciativa partió de las propias inquietudes de los chicos. “Empezamos a investigar sobre la contaminación al planeta y vimos que hay muchos tipos de contaminaciones, decidimos hacer algo al respecto y empezamos a utilizar la regla de las tres erres: reciclar, reducir y reutilizar. Así, estamos llevando a cabo tres proyectos: compostaje, separación de residuos y los ecoladrillos”, contaron en una charla con El Roldanense Justina, Valentina, Sofía, Melina, Gianela, Alina, Santino, Thiago, Nicolás, Valentina, Malena, y Florencia.

La compostera y los contenedores de papel y cartón fueron aportes de la ONG Objetivo Rosario, quienes se sumaron a la iniciativa. Los papeles que se juntan en esos tachos luego esa institución los transforman en útiles escolares para chicos de menores recursos. “Sumar otro agente ayudó a darle un marco. Es nuestro primer año como colegio y fue uno de nuestros proyectos mas fuertes porque es constitutivo, la idea es que ellos capaciten a otros chicos y continúe en el tiempo”, profundizó la directora del colegio Evelyn Casella.

Así, si bien esto comenzó al regreso de las vacaciones de invierno y finalizó a modo curricular el martes 27 de septiembre, es en realidad el inicio de algo. “Fuimos a darles una charla a los chicos de la primaria para que ellos aprendan a usar todo lo que nosotros pusimos en la escuela”, detallaron los chicos como quien planta una semilla para que luego con el tiempo vaya germinando.

“Nuestro objetivo es que la escuela genere la menor cantidad de residuos posible. Para ello tenemos que reducir la cantidad de todo y sobre todo de los plásticos que no se pueden reciclar, por eso empezamos a llevar a cabo los tres diferentes proyectos: por un lado los Ecoladrillos, que son botellas plásticas de menos de 3 litros rellenas con cualquier tipo de residuo plástico y papel aluminio. Son una excelente opción para construir porque su fabricación es sustentable, no produce emisiones de carbono, son de fácil manipulación y los costos se pueden reducir hasta un 40% y tienen excelente aislamiento térmico y acústico”, sintetizó una de las alumnas.

Por otro lado está el Compost: “Hace un tiempo nos vinieron a dar una charla y nos explicaron que es tierra fértil que se obtiene a partir de la materia orgánica. La materia orgánica es reciclada en una caja de madera donde se descompone con la ayuda de un proceso biológico. Una vez terminado el proceso, la materia orgánica se convierte en tierra fértil y gracias a quienes nos dieron la charla, iniciamos nuestro proyecto de compost. La idea es que con esto podamos contribuir con residuos de nuestros hogares pero que también sean residuos generados en el colegio”, sumó.

Así, los residuos orgánicos que se general son volcados en los tachos de separación de residuos ubicados para tal fin. Luego, hay dos alumnos por semana encargados de controlar esos tachos para no se llenen demasiado y luego volcarlos en la compostera y realizar el tratamiento adecuado. Según indicaron, la idea es que esa tierra compostada luego sirva de base para realizar una huerta, proyecto que tienen en agenda para el año que viene.

“Somos una institución educativa y queremos educar en todo sentido, tanto dentro de la escuela como en esto de poder transmitir hacia afuera. Este es el primer año del proyecto, queremos que se afiance bien y que derive en una huerta orgánica y de apoco ir acercándolo y haciendo capacitaciones a la comunidad”, finalizó la directora.