La Ciudad

Se fue como modelo, triunfó en la TV peruana y volvió con un interesante proyecto bajo el brazo

Con sólo 24 años, Rocío se fue de Rosario a Perú, donde logró forjar una exitosa carrera. Pero su vida personal la trajo a Roldán, donde decidió cambiar los tacos altos por la naturaleza y formar su propia escuela de equinoterapia.

Con apenas 24 años Rocío Gómez se desempeñaba como modelo en nuestro país, en Brasil, Chile y Perú. Viajaba constantemente de país en país y de ciudad en ciudad, pero su lugar de residencia seguía siendo Rosario. Su cabeza tenía muchas ideas de progresar, crecer, viajar, y marcar su paso por todos los lugares donde iba. Su idea no era instalarse fuera de la Argentina por mucho tiempo, ya que toda su familia se encontraba aquí, pero inesperadamente se le presentó una oportunidad muy importante y no dudó en tomarla.

Se fue a Perú y ya residiendo en ese país se presentó en un casting de televisión y tras pasar por varias etapas quedó seleccionada para participaren un programa que pronto se emitiría al aire. “Muy divertido, un show, era de media noche con resumen deportivo, bromas, invitados, un poco de todo”, recordó Rocío en dialogo El Roldanense.

A medida que se iba metiendo en el mundo de los medios, decidió cursar Periodismo Deportivo y ese fue un paso importantísimo: “Ahí me quedé definitivamente en Perú por unos siete años más o menos. En ese tiempo también hice programas de humor, parodias, notas previas a los partidos de futbol y siempre fui muy bien recibida por todo el público peruano, estoy muy agradecida por todo lo que pasé allá y espero pronto volver”, comenta la influencer que hoy supera los 178 mil seguidores en Instagram.

Luego de unos largos años y de forjar una exitosa carrera en Perú, decidió regresar a Argentina, con muchos proyectos en mente, pero sin dejar de lado el periodismo: “En Perú yo tenía programa a diario y cada fin de semana cubría partidos, así que mis viajes a Rosario eran de un día para el otro. Una locura”.

Las vueltas de la vida la llevaron a cambiar un poco su rumbo. “La vida me llevó a conocer a mi pareja, con la que hoy tengo mi bebé y poder instalarme definitivamente en Roldán. Un lugar que me encanta, para criar a mi hija principalmente pero también para trabajar duro en mi proyecto de Centro de terapias asistidas con caballos”, explica.

¿De qué se trata este proyecto? “Se llama Equinoterapia aplicando la neurociencia y técnicas de yoga. Estoy finalizando el profesorado de yoga para adultos y niños y mi idea con este proyecto es ofrecer un espacio donde niños y adultos, tengan o no alguna patología, puedan estar en contacto con la naturaleza y principalmente con los caballos, que tan bien nos hacen a nuestra salud y más en estos dos años tan complicados que venimos viviendo”, afirma Rocío.

Este proyecto es para todos, adultos, niños y adolescentes. Además, están trabajando para brindar becas a quienes no tengan los recursos necesarios y a niños de diferentes hogares. Principalmente el proyecto será desarrollado en Roldán y la ciudad vecina de Funes, pero aspiran a poder seguir creciendo e incluso recibir visitas de sus amigos peruanos para que también expresen sus saberes en esta academia. “Tengo muchos proyectos en mente, además de los invitados me gustaría poder realizar eventos o encuentros a beneficio”, proyectó entusiasmada.

“En Perú me la pasaba con los caballos en mis ratos libres. Asi que para mí no mucho cambió. Pero de estar todo el día de vestidos y tacos en un set de televisión a pasar a esta tranquilidad, me encanta”, finalizó.