La Ciudad

Su familia le transmitió la pasión por la música y ahora se luce dando clases de violín a niños y adultos

Cultivó desde muy chica su dedicación por este instrumento y encontró en la pandemia el momento ideal para retomar sus clases como profesora.

Cecilia Plano tenía tan solo cinco años cuando se encontró cara a cara con el violín. De familia de músicos, tanto de parte materna como paterna, desarrolló una gran dedicación por dicho instrumento y comenzó a tomar clases, las cuales sostuvo durante toda su adolescencia y juventud. Hoy con 38 años, y siendo mamá, encontró en la pandemia la necesidad de retomar una vieja actividad: dar clases de violín a niños y adultos.

«Elegí el violín porque mi papá también tocaba este instrumento, lo que en ese entonces me incentivó a querer aprender. También tengo un hermano que vive en Alemania, es compositor y toca el chelo e incluso el año pasado estuvo nominado a los Grammys, así que en nuestra familia están los genes musicales», señaló Cecilia a El Roldanense, quien durante todos estos años se dedicó a cultivar su técnica, tomando gran cantidad de clases particulares.

Fue en la pandemia, el momento en donde experimentó la necesidad de retomar su actividad como docente, la cual realizaba desde hace largo tiempo y había quedado en stop luego de tener a su hijo. Hoy en día, enseña este instrumento a personas de todas las edades, desde niños a adultos y cuenta con violines de distintos tamaños para que aquellos interesados en practicar puedan hacerlo sin tener que gastar dinero en comprarse uno, al menos en un principio.

Debido al contexto actual, también da clases online aunque señaló que en ese caso el alumno debe contar sí o sí con un modelo propio para poder tocar desde la casa. En cuanto a esquema de enseñanza, contó que utiliza dos métodos, el tradicional y el método Suzuki. Este último está apuntado a niños aunque puede ser usado para todas las edades y se basa en considerar que la habilidad musical no es un talento innato, sino una destreza que debe ser desarrollada diariamente a través de distintas clases de ejercicios.

Su primer acercamiento con la docencia lo tuvo a los 19 años, cuando comenzó a darle clases de violín al hijo de su psicólogo. Si bien al principio le significó la posibilidad de contar con una salida económica, Cecilia destacó que se encontró con una actividad que, de repente, despertó todo su interés. De a poco fue sumando más alumnos y perfeccionándose en este área, primero dando lecciones de forma particular y luego en escuelas como el colegio Estanislao López en Rosario y en barrios periféricos de esa ciudad como Ludueña y Triángulo.

«Di clases durante muchos años y realmente fue una satisfacción muy grande para mí porque pude enseñarles a muchos chicos y algunos de ellos siguieron dedicándose a la música, tocando en orquestas y enseñando. Igualmente, las escuelas las tuve que dejar cuando me vine a vivir a Roldán porque era muy largo el viaje y terminaba muy tarde», contó la violinista, quien también tuvo sus experiencias tocando en diferentes formaciones musicales como orquestas sinfónicas y bandas, como una que hacía covers de los Beatles.

Del violín a los vestidos

Si bien continuó dando clases particulares en la ciudad, Cecilia puso en stand by las mismas cuando nació su hijo, tres años atrás, para dedicarse de lleno a él. Sin embargo, al poco tiempo comenzó a trabajar en un nuevo rubro: la confección de vestidos y ropa para fiestas. Según contó, fue su suegra quien la motivó a animarse a diseñar y fabricar sus primeras prendas de alta costura que hoy en día vende a través de una marca que lleva su nombre: Cecilia Plano Alta Costura.

De hecho, cuenta con un showroom en su casa, la cual se encuentra ubicada arriba del buffet del country Centro Cosmopolita Unión y Progreso (CCUP) en BV. Pellegrini 341. Allí mismo también asisten sus alumnos de violín, logrando reunir en un mismo espacio dos grandes pasiones: la moda y la música.

«Estoy muy contenta de hacer lo que me gusta, tanto por el lado de la confección de vestidos como por la parte de dar clases. Con esto último empecé hace poco tiempo, solo tres meses atrás, pero ya tengo cinco alumnos y la idea es sumar más durante este año. Fue muy importante el apoyo de mi familia y mis amigos para volver a esta actividad y la verdad es que, pese a que no imaginaba viviendo de esto me hace muy feliz», destacó Cecilia.