Una dulce historia: campeona argentina entre maestros chocolateros y orgullo regional
María Belén Mattio es una pastelera que recientemente se consagró en un prestigioso certamen nacional y contó su historia en El Roldanense.
Por Aquiles Cadirola
Desde el ángulo que se lo mire, la de María Belén Mattio es una dulce historia, literal. La de una pastelera campeona argentina entre talentosos chocolateros y la de una madre de dos pequeños que se divide entre la crianza, el trabajo como docente, las competencias y constantes capacitaciones en el arte culinario para perfeccionar sus técnicas y seguir adquiriendo conocimientos.
Recientemente ganó el Primer Campeonato Nacional de Maestros y Maestras Chocolateros que se llevó a cabo en Costa Salguero, Buenos Aires. En diálogo con El Roldanense, esta mujer que es todo un orgullo para la región contó su historia, cómo surgió su pasión por la pastelería, los desafíos que se pone en su carrera y en su vida, y cuáles son las metas que se traza.
Este título representa el tercero en su carrera pastelera, ya que en 2008 obtuvo el primer puesto en el Primer Salón de Chocolate Buenos Aires y en 2015 logró el campeonato de Maestros Pasteleros. “En lo personal me llena de alegría, después de 7 años sin presentarme a alguna competencia, me demostré a mí misma que puedo seguir haciendo lo que más me gusta, trabajar en esto, y seguir capacitándome”, respondió acerca de sus sensaciones por el certamen que consiguió y añadió: “Además esta fue la primera competencia individual, si bien hay un gran equipo de trabajo atrás, en las anteriores el box y las horas de competencia las compartí con compañeros, y en esta las 8 horas de trabajo estuve sola”.
Para imponerse en esta exigente competencia había que realizar una pieza innovadora y artística de chocolate. “Gané con ‘El Estanque’, una pieza en la cual intenté representar mediante piedras, agua, hojas, una flor y animales como una rana y mariposa, este pequeño espacio que puede ser propio de un jardín o de la naturaleza misma. Además en la pieza tenían que estar integradas las tres variedades de bombones, que en mi caso elaboré un bombón con forma de piedra, otro con forma de hoja y otro representando a un pétalo de la flor”.
Sobre en qué momento supo que quería dedicarse a la pastelería, Mattio contó: “La pasión por la pastelería se despertó en Valencia, España, donde estaba realizando pasantías de gastronomía en un restaurante, y cuando me tocó rotar a la pastelería conocí a un gran profesional que me hizo querer, respetar y apasionar por la pastelería y más aún con el chocolate. Con él aprendí a trabajarlo desde cero”.
“Para mí el desafío en mi carrera comenzó cuando nació Sara (su hija de 8 años), y después creció más cuando llegó Blas (su hijo de tres). Ser mamá, competir, trabajar y seguir capacitándome sin perder esa pasión por la pastelería, es el desafío que se me presenta día a día”, remarcó acerca de la importancia de su familia y cómo divide su rol como madre con su carrera.
Asimismo, también se refirió al hecho de compartir la profesión con su esposo Mariano Zichert: “El hecho que compartamos la misma pasión genera que estemos continuamente motivándonos, aprendiendo, probando, acompañándonos y apoyándonos el uno al otro, más aún cuando se trata de competir. El objetivo en común de ambos es poder seguir trabajando en lo que nos gusta, guiarnos en las oportunidades que se nos presentan y avanzar, nunca estancarnos”.
“A mediano plazo me gustaría poder ofrecer mi pastelería a la gente, poder seguir en la docencia, ya que me encanta y también poder competir en algún certamen internacional”, respondió la pastelera baigorriense sobre sus próximas metas, y además indicó cuál es su chocolate favorito y cuál es mejor para trabajar: “Mi preferido es el semiamargo/amargo, aunque en invierno me gusta comer mucho el chocolate con leche, no tan dulce, más bien láctico. A la hora de trabajar sigo eligiendo el negro, porque se puede adaptar a muchas elaboraciones tanto en la pastelería como en la chocolatería. Para darle forma se busca que tengan buena fluidez, sea el blanco, leche o negro”.