La Ciudad

“Abrí igual el gimnasio porque es mi único sustento y tengo muchas deudas”

El dueño del comercio de Acequias del Aire que fue notificado por abrir en medio de las restricciones dijo que es el único ingreso con el que cuenta para costear una delicada situación de salud.

Durante la tarde del lunes, se conoció la noticia de que un gimnasio de la ciudad, ubicado en el barrio Acequias del Aire, había sido notificado por abrir sus puertas cuando el último decreto provincial lo prohíbe. Norberto, dueño de Milón de Crotona, el lugar en cuestión, brindó su versión de los hechos en diálogo con El Roldanense. Dijo que firmó el acta en disconformidad ante las autoridades y que siguió abriendo el gimnasio porque se trata del único sustento para costear una delicada situación de salud.

“Cité los artículos 14 y 29 de la Constitución Nacional. En realidad, puse el 28, porque me equivoqué por los nervios del momento. Los policías y los inspectores municipales no sabían que yo podía firmar en disconformidad ni conocían los artículos de la Constitución. Mis garantías no pueden ser alteradas”, explicó, y adelantó que, junto a su abogada, están pensando solicitar los nombres de los funcionarios que se hicieron presentes el lunes por la tarde.

Norberto argumenta que decidió abrir igualmente su gimnasio porque es el único ingreso de dinero que tiene, ya que su pareja no está trabajando. “Se me forman coágulos de sangre de origen idiopático en la pierna izquierda. Se desprenden de la pierna, pasan por el corazón y se alojan en los pulmones. Estoy tomando varias medicaciones a las que le tengo que dar continuidad”, señaló. Contó, además, que estuvo internado dos veces en los últimos seis años y que, durante dos semanas de la cuarentena estricta nacional, no tuvo cómo acceder a sus remedios.

“Tenemos deudas por todos lados, debemos muchos impuestos a la Municipalidad de Roldán y a la Provincia. El intendente lo sabe. Yo no soy guapo, matón ni prepotente”, especificó el dueño del gimnasio. Subrayó que junto a su trabajo en el negocio, hace mucho tiempo que es especialista en adicciones y ayuda a personas a salir del consumo de drogas, una actividad que realiza ad honorem. “Como catequista, he trabajado durante muchísimos años en los barrios de Rosario y de Pérez ayudando gente” amplía.

Según contó, su idea “no es embarrar la cancha”. “Todos los ciudadanos tienen opinión y saben que las fuerzas de seguridad no deben estar controlando a quienes trabajan honestamente. Le pregunto a la ciudadanía, ¿qué haría? ¿Qué va a hacer? ¿Qué van a hacer los albañiles que no tienen para llevar sustento a sus familias? De esto se tienen que hacer cargo los médicos, los ciudadanos debemos seguir viviendo”, opinó. 

Por otro lado, cuestionó que estos lugares deban cerrar sus puertas actualmente, cuando “asiste gente por salud”. “A mi gimnasio asisten personas que han tenido accidentes cerebro vasculares. Los mandan los médicos a hacer actividad física. También van personas con diabetes. Tenemos gente que, por la pandemia, ha entrado en depresión y le estamos cambiando el estado de ánimo”, apuntó. 

“Todo esto es una incoherencia, no tiene pies ni cabeza”, dijo. Y cerró: “Doy mis condolencias a todo aquel que ha tenido un problema, pero la vida sigue. Esto habla de la improvisación, las autoridades ponen una ley hoy y mañana otra. Un decreto, otro decreto, y no ponen reglas estables. Las reglas están en la Constitución, es trabajar y seguir adelante”.