La Ciudad

¿Cómo es el protocolo de Covid-19 en el Hospital de la ciudad?

El Roldanense habló con dos médicas que están al frente de los hisopados sobre la forma en la que realizan su trabajo, la realidad de Roldán en torno al virus y sus experiencias.

El Hospital de Roldán cuenta con su propio protocolo para atender de manera profesional el avance del coronavirus y el contexto actual. Lo que en un principio era un consultorio de febriles, cuando aún no se conocía en profundidad los síntomas de la enfermedad, mutó en un área Covid con dos espacios bien demarcados. Uno, al que se accede por la parte trasera del lugar, es para adultos, con dos salas de hisopados, una de lavado de vestimenta utilizada y otro para pequeños momentos de descanso, mientras que el ingreso principal es el ala de pediátricos. ¿Cómo se realizó ese cambio y qué situación atraviesa la ciudad? Sobre eso, El Roldanense habló con dos médicas del SAMCO, Laura Rapa y Claudia Zamar.

“Poco a poco, a medida que fue cambiando la sintomatología, fuimos aprendiendo cómo los pacientes se iban presentando de distinta forma. Empezamos a ver una diversidad de síntomas muy grande, todos los días aparece una cuestión diferente”, dice Laura, y cuenta además que primeramente todo tenía que ver con sospechas. Con el paso del tiempo, fueron adaptando la información recibida. “En ese momento, lo que más teníamos era dengue, con el pico más fuerte en la historia de la provincia. De todas formas, entre la Municipalidad y el Hospital se comenzaron a hacer todas las gestiones, muchos compañeros fabricaron barbijos, camisolines y nos iban proveyendo”, amplíó.

Tanto médicos como enfermeros aprendieron a realizar los hisopados, cuando llegaron profesionales del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (SIES), el director del hospital Martín Berta, consiguió los insumos necesarios. Ambas médicas destacan que no se trata de un proceso doloroso para el paciente, pero sí molesto. “Cada uno tiene su nivel de tolerancia. Cuanto más colabore el paciente, es más rápido y fácil para nosotros hacerlo”, explica Claudia. Aseguran que no existe diferencia en torno al número de hisopados en torno a hombres y mujeres, pero sí que el virus se presenta de diferente forma entre adultos y niños, a quienes no se los hisopa en la ciudad.

Con respecto a la vestimenta con que deben trabajar, Laura y Claudia cuentan que es más agobiante esa cuestión que la prueba a realizar a los pacientes. “Es estresante para nosotros estar vestidos así todo el tiempo. No es solo el mameluco, la máscara y el barbijo sino que, cuando se hisopa, se utiliza el barbijo N95 y el quirúrgico, más las antiparras, dos pares de guantes y las botas”, explican, y dicen que se trata de un virus altamente contagioso con morbilidad en la población joven, aunque son los casos de adultos los que pueden llegar a tener más complicaciones. En ese orden, la cantidad de hisopados varía por día; por ejemplo, el día lunes se realizaron 11, mientras que el martes al mediodía era una cantidad de 5. Dentro del sector adultos, hay médicos y enfermeros presentes de 8 a 20 horas.

Además, explican que se debe lidiar con la angustia de las personas que llegan al Hospital con la incertidumbre de tener o no la enfermedad. “Intentamos contemplar y escuchar mucho al paciente en su relato. Hay mucha gente angustiada porque escuchó que alguien es positivo, y en ocasiones se trata de un contacto muy lejano. Pero a veces no terminan de entendernos que el contacto estrecho es aquel que estuvo más de 15 minutos sin protección o con protección inadecuada -esto es, con la nariz afuera por ejemplo- a menos de un metro y medio de distancia. O el conviviente, por razones lógicas”, subraya Laura.

“Aunque la gente se queja, tiene su respuesta. A veces más lenta, pero siempre le sacamos su duda más allá de que el 0800 no le responde. Tratamos de dar todas las respuestas que hay que dar”, dicen, al tiempo que destacan que, mientras tanto, los centros de salud continúan trabajando con su dinámica y las otras patologías que se dan en esta época. 

En Roldán, todos los casos positivos de coronavirus están identificados y se hace un seguimiento, no solo de la persona en cuestión. “Casi todos los positivos tienen nexo. Tenemos una infectóloga que va haciendo el contacto y la guía infectológica de todos. Existe un grupo muy grande, hay médicos municipales y provinciales, de centros de salud y del hospital, que hacen el contacto telefónico y el seguimiento continuo del paciente positivo y de sus contactos estrechos”. Incluso, existe un programa de asistencia desde la Municipalidad para cubrir con necesidades de víveres o medicamentos a las personas enfermas de Covid-19.

Claudia y Laura lamentan que una parte de la sociedad no tome conciencia, hasta este momento, del peligro de la enfermedad. “Esa frase que dice el virus no te busca, vos salís a buscarlo, es así”, enfatizan. Muchas veces se ven en la obligación de retar a la gente o pacientes por la cantidad de reuniones sociales que se hacen. “Hay que tomar conciencia de las cosas que están sucediendo. Todos tenemos familiares y gente mayor alrededor”, suma Claudia. Y su compañera explica con angustia: “Se nos están muriendo amigos.  Tenemos compañeros que se han enfermado. Estamos cayendo en una contradicción constante, sobre todo aquel que arma una fiesta clandestina. No me refiero al pequeño comerciante que sobrevive, estoy hablando del que transgrede. Si seguimos haciendo estupideces, en algún momento vamos a terminar igual que Rosario o Buenos Aires”.

Ambas coinciden en que no es necesario estar todo el tiempo encerrado, sino que se puede circular si se cumplen con todos los protocolos y precauciones. Según se reconstruye de sus palabras, el paciente hisopado es aislado junto a su grupo familiar hasta tanto esté el resultado, y se le pide que piense con quién estuvo en contacto las 48 horas anteriores al momento en que empezó a tener síntomas. Luego, llaman a que la persona infectada se recluya en una sola habitación de la casa, y se procede al seguimiento personal para observar su evolución clínica.

En otro orden, señalan que muchas veces las informaciones primarias de contagiados diarios difieren de las cifras finales porque los protocolos oficiales tienen un corte alrededor de las 18 horas, y aquí se sigue recibiendo información. Expresan que el resultados de hisopados demora más que antes porque van a un solo lugar, el CEMAR, y que allí se le otorga privilegio a pacientes con factores de riesgo. En paralelo, dicen que aún no se ha demostrado que quien ha tenido el virus ya no puede volver a contraerlo. “Todavía no se sabe cómo se comportan los anticuerpos que genera”.

“Pacientes con hipertensión arterial, diabetes, mayores de 60 años, embarazadas, gente con obesidad en jóvenes y adultos, son los de mayor riesgo. Este último, a veces uno no lo tiene en cuenta y es uno de los factores más importantes”, explican, y destacan que desde hace tiempo que el hogar Cristo Rey está preparado y totalmente desinfectado por cualquier contingencia o aislamiento que se presente en la pandemia. Cierran con un mensaje de concientización: “Podemos decir que acá no hay circulación comunitaria del virus. Eso a la gente también debe dejarla tranquila, aunque sin bajar la guardia”.