Entre trucos y piruetas: piden cuidar y no ocupar el Roldán Park para que los chicos puedan entrenar
Este año comenzaron las clases de patineta y monopatín, y son cada vez más los jóvenes que se suman. El profe pide liberarlo de actividades ajenas y asegura que es necesario concientizar a los mayores.
Es jueves por la tarde y el Roldán Park del Paseo de la Estación se llena de jóvenes, algunos más chicos que otros. Están los más grandes que andan en patines, también los niños que se animan a diferentes pruebas y trucos en patineta o monopatín bajo la tutela del profe Alejo. El espacio depende del programa municipal El Deporte va a tu Barrio y ha crecido sobremanera este año. Sin embargo, Alejo alerta a los vecinos de cuidar el predio y liberarlo para los entrenamientos, es decir no ocuparlo en actividades ajenas.
“El cartel indica que no se puede usar el predio como un patio de juegos ni usar las rampas como si fueran toboganes. Tampoco dejar a los chicos sueltos corriendo o saltando”, expresó el profesor a El Roldanense, en un alto de las clases que se desarrollan martes y jueves, de 18 a 20 horas. “No hay problema si vienen con bicicletas, rollers, monopatín o patineta. Incluso, si son menores de 12 años deben estar acompañados de un adulto, y todos deben llevar casco. Lo hacemos sobre todo para evitar accidentes”, añadió.
Sin perder atención a lo que hacían sus alumnos, puso énfasis en la necesidad de concientizar a los padres para respetar el lugar. “Hay ocasiones en que vienen al Paseo a tomar mates y dejan a los hijos que anden por ahí. Obviamente, sí están los que siempre están atentos y hablan con los chicos”, destacó. “Recuerdo a una madre que vació una bolsa de juguetes acá y me dijo ‘si te molesta disculpame’. Le dije ‘disculpame vos, a mi no me molesta que los chicos jueguen, pero no en esta parte’”, pronunció.
Alejo tiene ocho alumnos que andan en patineta o monopatín, y se ilusionó con incorporar pronto las clases de bicicleta en las rampas. También, con que se sumen más chicos a aprender, desde los seis años de edad en adelante. “Yo empecé viendo dibujitos o los Juegos Olímpicos. Cuando se inauguró este predio, tenía 7 años y me regalaron mi primera patineta. Venía acá, donde conocí muchos chicos e hicimos un grupo hermoso. Nos empujamos, aprendimos y festejamos los trucos entre todos”, rememoró.
Actualmente, observa que esos momentos compartidos con pares se replican entre sus alumnos. “Ellos mismos dicen ‘mira, tenes que poner el pie así’, o se corrigen para bien, y cuando el truco sale se celebra en equipo. Son momentos lindos. Mi idea era formar algo así, que se arme un grupo unido y todos se ayuden”, señaló. “Hoy se ve que a los chicos les regalan tablets o celulares. A Amelí, una de las chicas que entrenan aquí, le dieron su casquito y su tabla. Eso está buenísimo, ya que los chicos salen un poco más, disfrutan del aire libre y hacen amigos”, sumó.
Hace poco tiempo, Alejo recibió a un alumno con discapacidad. “Me dijo ‘vos sabes que me encanta venir, yo dejé la escuela’. Iba al secundario en la escuela Técnica, como yo, y por ahí se dan casos de mucho bullying. Acá eso no sucede, nos alentamos, todos nos caemos y somos iguales”, afirmó. El profe aseguró, a la vez, que es la primera vez que se brindan clases de este tipo en la ciudad. “Antes era venir y andar. Ahora siento que estoy más adaptado para enseñar a los chicos. Por eso, si tienen casco y en qué entrenar, que vengan”, invitó.