La Ciudad

Es dueña de un puesto con historia en la ciudad y se prepara para recorrer el país en su casa rodante

Nancy le dio vida al Carrito de Pooh hace más de dos décadas. Hoy, trabaja junto a su marido en un vehículo que compraron para transformarlo y salir de vacaciones.

Hay historias de ciudad que crecen con el tiempo, que dan forma a una identidad. El Carrito de Pooh es un caso testigo, ya que Nancy lo abrió hace dos décadas y hoy, renovado, forma parte del paisaje de una esquina céntrica de Roldán. Conforme a esa realidad, a los fines de semana en los que se acumulan chicos frente al puesto, en este tiempo creció en la familia un deseo de viajar. Una idea de tener un vehículo propio para salir y hacer camino. El deseo de recorrer el país a bordo de una casa rodante acondicionada personalmente.

En el frente de la casa descansa la Mercedes Benz que hace poco tiempo era minibus, y hoy espera por una homologación para convertirse en motorhome. La compraron hace poco tiempo, en marzo de 2021, cuando la vieron anunciada por internet. Desde aquel día, comenzó un proceso de camperización en el que quien tiene mayor intervención es Darío, pareja de Nancy y encargado de moldear el lugar a gusto. Después de quitarle 16 de las 19 butacas que traía y agregarle una para el copiloto que se hace reclinable, comenzaron a sacar paredes y techos para revestirla nuevamente.

“Hace tiempo que tenemos este sueño de salir y viajar en casa rodante”, cuenta ella a El Roldanense. En principio, el objetivo de ambos es hacer viajes que no superen el mes, es decir, retornar a casa luego de unas vacaciones. La casa ya tiene heladera, una trial que funciona a gas, batería y electricidad, adaptadores para cargar el celular, un armario y un pequeño lugar preparado para una garrafa. Además, detrás del asiento del conductor, hay otros dos sillones y el baño detrás, al que solo le falta colocar la puerta. Frente, una mesada con un lavabo similar al mosaico. Unos metros hacia atrás, el bus sigue con un mini pasillo y una cama cucheta grande.

El motorhome actual no es el primero, sino que los viajes de este tipo comenzaron hace tiempo y hasta tuvieron una Sprinter cuya preparación les sirvió como experiencia. “Siempre vamos a Puerto Pirámides (Chubut) para ver las orcas, desde hace mucho tiempo. ¿Qué pasaba? Al viaje debíamos hacerlo en dos días, y teníamos que dormir siempre en algún lado con la plata justa”, recuerda Nancy. En una ocasión, durmieron en el auto, hasta que compraron una Fiorino y le hicieron una cama atrás. La Sprinter fue una oportunidad de trabajo aprovechada por Darío, que recibía premios y, para quedarse con el vehículo, dio su auto como parte de pago a otro supervisor.

La casa rodante actual, más grande que la anterior, es donde suelen pasar horas de trabajo. “Es lindo, tenes un proyecto. Muchos la mandan a armar, pero también es importante hacer algo aparte. Nos cebamos mates y vamos haciendo”, dice. También, subraya que la parte mecánica está terminada casi al completo, de hecho hace pocos días terminaron de perfeccionar la caja de cambios. Si el viaje fuera mañana, ellos dos se subirían a la aventura, aunque hay capacidad para más personas y “siempre hay alguien que se engancha”.

Mientras avanza el trabajo interior del Mercedes, intentan no ponerse límites, aunque analizan hacer el primer viaje al sur en febrero de 2022. Con el rodado anterior habían hecho un trayecto parecido; partieron hacia Mendoza y luego bajaron hacia el sur por la Ruta 40, llegando a Villa La Angostura, Bariloche y El Calafate. Dice que prefieren los lugares tranquilos, alejados del ruido y del turismo extremo, pero a la vez eligen las locaciones cercanas a bomberos o gendarmería, por seguridad. Y viajan disfrutando de la vista: “Vamos a 90 kilómetros por hora, muy tranquilos. No quiero que nadie me apure”.

Los consejos de grupos de Facebook y WhatsApp de rodanteros y familias que viven viajando también les sirven como guía. “Hay gente que te comenta dónde pasar la noche, o te dicen quedate en el frente de mi casa. La gente ayuda. Lo mismo sucede con los comerciantes locales de los lugares que visitas, que te dicen a qué cámping podes ir”, describe. El primer viaje, hipotéticamente en tres meses, va tomando forma. “Iremos primero a Neuquén y, de allí, a El Calafate, para cruzar a las torres del Paine, en Chile. Después, volveremos y seguiremos hacia Ushuaia”.

En estos días, Nancy no se imagina soltar su rutina en Roldán para salir de viaje sin una fecha de regreso. “No tengo ese estilo de vida tan bohemio. Todavía debo trabajar, y tampoco pienso en ir por la vida vendiendo artesanías o lo que vaya surgiendo”, asegura. Igualmente, ya tiene perspectivas de futuro y se imagina subiendo hasta Alaska una vez que tanto ella como su marido estén jubilados. “A lo mejor, en un viaje de siete u ocho meses podemos ir. Igualmente, a mí me gusta nuestro país. Creo que se trata de conocer e ir por todos lados”, expresa.

Las Cataratas del Iguazú y su fauna diversa es otro destino anotado con resaltador, al igual que el noroeste argentino en épocas en las que no hace mucho calor. No obstante, también piensan en ir al sur en octubre de 2022, cuando sea tiempo de ver las orcas. “Las he visto ya, aunque lo hice apoyada unas cuantas horas sobre una piedra mientras esperaba que aparezcan. Incluso, he estado días allí sin verlas. Tenes que tener mucha suerte para observarlas”, dice. Es por eso que, en el techo del vehículo, harán un mirador, además de un portaequipaje para llevar el kayak.

La casa rodante está equipada con dos baterías, tiene hechos los respiraderos y las ventilaciones, junto a un mecanismo que permite llegar a un cámping y amplificar la potencia de la electricidad. Los ahorros que en su momento pudieron recolectar la familia fueron destinados a la compra del vehículo y un trabajo de preparación que aún no terminó. De todas maneras, ya se imaginan viajando y frenando en cualquier sombra para tomar unos mates o almorzar. Y como si fuera poco, hay planes de crecimiento para El Carrito de Pooh. Ese lugar que sirvió para ir dándole forma al sueño de la casa rodante.