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Inspirada por su bisabuela, abrió un bar en el centro de Roldán con una propuesta diferente

El objetivo del lugar es que los clientes sientan un ambiente similar al de una visita a la casa de la abuela. Con la idea de fortalecer la campaña de vacunación ofrece un descuento a quienes vayan con el carnet.

El pasado 7 de agosto, Carmela cumplió dos meses de vida. Ubicado en pleno centro de Roldán, más precisamente por calle San Martín al 700, ofrece diferentes tipos de desayunos y meriendas y tiene una carta muy variada. Nicole decidió bautizar con ese nombre al local en honor a su bisabuela, quien la inspiró. Hoy, la nueva iniciativa es brindar una promoción para todas aquellas personas que se hayan vacunado contra el Covid 19.

¿De qué se trata? Presentando el carné, hay un 20% de descuento en un café con leche y dos medialunas. “Lo hice porque es muy importante que todos estemos vacunados, para reducir contagios y volvamos a vivir con normalidad. Todo el mundo se está vacunando y lo vi como una oportunidad, por eso llevo adelante la iniciativa”, dice ella a El Roldanense, antes de pasar a contar qué se puede encontrar en Carmela y la variedad del menú.

“La idea es que la gente, cuando vaya a desayunar o merendar, se pueda sentir como en casa. Que el lugar transmita la calidez de lo que es ir a la casa de la abuela. Todo lo que hay para vender lo hago yo, es artesanal, y hay un menú muy amplio”, cuenta Nicole, que durante los primeros meses de la pandemia había tenido un emprendimiento de ventas de desayunos, meriendas y postres. “Carmela es un lugar para toda la familia”, enfatiza.

Nicole evoca los días en que disfrutó de su bisabuela paterna para explicar el porqué del nombre de su bar. “Ella me enseñó un montón de cosas y me inspiró. Fue la que más disfruté. Siempre nos cocinaba y hacía la leche en los tazones bien grandes que tenemos en Carmela”, narra con un dejo de emoción. Actualmente, todo lo que puede hallarse en el lugar es de producción casera y artesanal, desde lo más simple hasta las preparaciones más amplias.

“La idea del bar surgió después de que fui a desayunar con una amiga y pensé que en Roldán no había ningún lugar que haga huevos revueltos, con jamón y queso, tortillas o desayunos americanos”, relata, y a la vez asegura que hay diversas promociones y que cada pedido es muy abundante. Incluso, defiende la singularidad del bar, que elabora comidas que no se ven en otros sitios roldanenses. “Hay cosas que en otros sitios de Roldán no se encuentran, como waffles, que a la gente le gusta mucho”.

Carmela intenta replicar la sensación de cercanía, de un ambiente de calidez y confort. Y las facilidades de su lugar van más allá. “El próximo martes comienzo un curso de crochet. Hay un sector para chicos, así ellos pueden pintar. También hay exprimidos, licuados, frapuccinos y hago desayunos, meriendas, tortas de cumpleaños, picadas para regalar y toda la parte de catering”. Ella busca hoy impulsar la vacunación contra el coronavirus, pero al mismo tiempo replica ante cliente las enseñanzas que le dejó su Carmela.