Los cuatro roldanenses que se le animaron al Iron Man de Mar del Plata
Silvia, Guillermo y Fabián ya habían participado el año pasado en Brasil. Para Alejandro fue la primera vez. Nadaron, pedalearon, corrieron y lograron el objetivo: completar la competencia más exigente del mundo.
Silvia Güemes (44), Guillermo Bianchi (46), Fabián Berri (44) y Alejandro Callegari (30) participaron el domingo pasado del Iron Man que se realizó en Mar del Plata. Para los primeros tres se trató del segundo año consecutivo que se le animaron a la competencia más exigente del mundo y para Alejandro fue el debut. Todos lograron el objetivo: llegar a la meta y completar, cada uno a su tiempo, todos los tramos de la carrera.
Los roldanenses compartieron la carrera junto a atletas de 54 países que llegaron hasta esa ciudad de la costa argentina para hacer cuatro kilómetros de natación en el mar, 180 en bicicleta y otros 42 de pedestrismo, tal cual lo prevé el Iron Man, una competencia que por segunda vez se hace en el país.
Con un tiempo de 11:29:50, Alejandro fue el primero de los participantes locales en llegar a la meta. A él le siguió Fabián con 11:56:26, luego Guillermo con 12:16:36 y por último Silvia con 14:12:04. De todas formas, la experiencia vale mucho más que cualquier cuestión numérica o temporal.
“Fue una experiencia hermosa. Fue muy muy duro. Con las aguas del mar helado y vientos continuos que hicieron de la bicicicleta sea un gran sufrimiento. Igual es muy hermoso pedalear y correr con el paisaje de nuestra Costa”, contó Silvia a El Roldanense.
“Dos días antes recibimos la noticia del fallecimiento de un triatleta brasileño y eso nos entristeció y asustó un poco. Pero nos atrevimos igual a desafiar las olas del mar, que en esos días estaba bravísimo”, continuó.
La competencia arrancó a las 6.40 del domingo 2 de diciembre y para cada uno fue finalizando a medida que llegaban a la meta. En el caso de Silvia, fue de noche, una circunstancia que por momentos la hizo perder la noción del tiempo ya que, para sumarle un condimento a la cosa, horas antes se le había roto el reloj.
“No hay nada más lindo que correr una prueba de semejante exigencia con amigos y en tu país. Todos cometimos errores y aprendimos otro tanto. Siempre está la incertidumbre del clima, no saber qué ropa usar ya que son tantas horas de carrera y nunca sabés qué ponerte. En el agua mucha gente tuvo que abandonar por hipotermia, en la bici el viento te helaba”, relató Silvia.
Romper barrera y derribar estándares
A la hora de buscar explicación acerca de qué lleva a una persona a exponer su cuerpo a semejante exigencia, es normal que cueste encontrar las razones. Sin embargo, en las palabras de Silvia los motivos salen a la superficie espontáneamente: “Es como trasgredir todas las reglas, los estándares de cuerpos deportivos, belleza, potencia”, explica y se convence.
¿Quién dice qué puede y qué no puede hacer un cuerpo? ¿Qué debe y qué no debe hacer una mujer que, además, hasta los 37 años nunca había hecho deporte?, se cuestiona la atleta. “Un día me pregunte qué imagen de mujer, madre o docente quiero construir. Muchas personas creen que hay que estar desocupado o tener tiempo libre para poder practicar un deporte. Pero en realidad lo que hay que tener es una enorme fuerza de. voluntad y espíritu libre. Trabajo en la confianza en uno mismo y en los demás, un poco de miedo y determinación para vencerlo”, asevera con la certeza de alguien que, a fuerza de mucho empeño, logró cumplir los objetivos que se propuso.