Como Pach Adams: es maestra jardinera y payasa y visita hospitales para llevar alegría
Va al Hospital San Carlos de Casilda para contagiar sonrisas a los niños que están internados y también participa del grupo Padres Autismo Roldán.
Jorgelina Cano es una maestra del Jardín Maternal Corazón de Melón que hace unos años cumplió su sueño de hacer feliz a los niños como payasa. A través de un curso que realizó en la ciudad de Casilda, pasó a ser una de las integrantes de Payá Pacá, un grupo que se disfraza para visitar a los pacientes pequeños que están internados en el hospital de esa ciudad, contagiando sonrisas y alegría.
“Hacía mucho que quería hacer esto, desde que vi la película Patch Adams, pero todos los cursos que se daban en Rosario eran muy costosos y no los podía hacer. Hasta que unos amigos me avisaron de uno que se dictaba en Casilda y me presenté, junto a otras 120 personas. Había que escribir una carta y pasar por una entrevista personal y elegían a 22 participantes entre los cuales quedé yo”, contó Cano a El Roldanense.
Pero la verdadera motivación que llevó a la maestra a integrar el grupo de payasos fue por un alumnito del jardín donde trabajaba antes que estuvo internado en el Hospital de Niños de Rosario. Según Cano, fue a verlo y en su visita le cantó las canciones que solía escuchar junto a sus compañeros, haciéndolo sonreir: “Prometí que si es se salvaba iba a trabajar para llevarle esa sonrisa a los chicos que más lo necesitan y por suerte se recuperó, así que yo decidí cumplir mi promesa”.
Cano adoptó el nombre de payasa Pita, que fue como la bautizó su alumnito del jardín, y junto a sus compañeros con lo que hizo el curso formaron Payá Pacá. El grupo nació hace dos años, pero de sus 22 integrantes iniciales solo quedan algunos pocos, aunque continúan con sus visitas al Hospital San Carlos de Casilda, entreteniendo a los chicos con sus payasadas.
Como payasa Pita, Jorgelina también participa activamente del grupo de Padres Autismo Roldán, yendo a las reuniones y eventos que organizan con su característico disfraz de colores. También realiza algunas visitas particulares a casas, cuando conocidos la contactan y aunque son pocas, Cano remarcó que siempre que la llaman dice presente.
“En un futuro me encantaría poder tener el permiso para ir al vacunatorio del hospital de Roldán, porque es la ciudad que me abrió las puertas. A pesar de ser rosarina, siempre digo que cumplí el sueño de ser la seño Jorgi acá, es una ciudad que me brindó mucho y estoy siempre agradecida”, destacó la maestra.