No perdonan una: se llevaron una Pelopincho de 8000 litros de una casa en Villa Flores
Ingresaron de madrugada. La pileta estaba armada y llena de agua pero eso no fue un impedimento. Hace diez días también también le habían entrado y se habían robado de todo.
Delia Quintana se hizo con mucho esfuerza “una casita” como ella misma lo describe en J.J. Valle al 400, en barrio Villa Flores. El pasado 7 de diciembre le entraron a robar y se llevaron hasta las griferías, lo cual impidió que se mudara. Este martes de madrugada, otra vez los amigo de lo ajeno actuaron en su propiedad y fueron por todo: se robaron una Pelopincho de 8000 litros que estaba armada en el patio y llena de agua.
Claro que para trasladarla debieron primero vaciarla. Justamente fue un vecino el que, alertado por el ladrido de los perros, vio el momento justo en el que dos hombres estaban trasladando la pileta a cuestas y enseguida avisó a la dueña de casa, quien realizó la correspondiente denuncia policial pero aun no tuvo noticias de ninguna de sus pertenencias.
“El 7 de diciembre me forcejearon la reja y me robaron un montón de cosas: 35 metros de cable subterráneo, una bordeadora, los otros cables que son para instalación de luz, apliques de luz, llaves, todo lo que va en el pilar; también una cafetera, pava eléctrica, sanguchera, griferías, cerámicos. Estaba a punto de mudarme. Pero tuve que volver a poner la reja en la ventana, otra en la puerta y este fin de semana otra vez estaba a punto de intentar mudarme, armé la pileta, puse doble candado al portón de adelante pero a las 3 me llamaron los vecinos que ladraban los perros y el hombre vio por la ventana como dos personas se llevaban la pileta”, relató Delia, quien se puso en contacto con El Roldanense.
“Llamé al 911 y hasta que mi hijo logró que lo atendieran, yo me fui a la Comisaría Sexta y me dijeron que esperara allá el móvil. Me fui también hasta la GUR pero ellos no podían hacer nada. Cuando volví a la casa estaba la policía, me tomó una declaración, pegaron un vuelta y se fueron. Aun no tengo respuestas de nada”, dijo angustiada.
“Siento impotencia, es todo una burocracia, te roban hasta la dignidad estas lacras. Quizás para muchos es una pileta nomás, pero para mi es mi trabajo y mi esfuerzo de todo un tiempo para poder ir a mi casa y me siento devastada. Necesito que si alguien vio algo me de una mano para poder encontrar mis cosas”, pidió al tiempo que remarcó que a pocos metros de ahí, en Alberdi y Juan Manuel de rosas hay cámaras de monitoreo.