Pediatras de Rosario, Roldán y otras localidades preparan plan de lucha
Aseguran que luego de la pandemia no se realizó una planificación adecuada y como consecuencia anticipan que se resentirá el sistema de salud pública durante los meses más fríos. Preparan una movilización.
Un grupo de más de 300 pediatras de Rosario, Roldán y localidades aledañas se vienen organizando y emprendieron un plan de lucha que derivará en una manifestación que planean para esta semana o la siguiente. ¿El motivo? La falta de planificación pública para hacerle frente a la temporada alta de enfermedades respiratorias que se da entre mayo y agosto, con picos en el mes de julio.
“Como es de público conocimiento, ocurre anualmente un incremento de enfermedades respiratorias en niños y niñas entre los meses de Mayo a Agosto habitualmente, y con un pico en general, en el mes de Julio, por la circulación de virus estacionales. Estos afectan especialmente a la población pediátrica, con mayor gravedad, en niños pequeños y con comorbilidades. Esta situación, no ocurrió con la misma magnitud desde el 2020 a la fecha, por el aislamiento preventivo durante la pandemia”, aseguran en una carta que enviaron a autoridades.
“Lamentamos que no se pudieran realizar gestiones que eviten el riesgo al que se exponen los usuarios del sistema de salud público, que sabemos son el sector de la población más vulnerable”, sostienen y afirman: “Históricamente, se realizaron actividades de consenso, adecuación de los servicios, en cuanto a camas de internación, incremento de profesionales de refuerzo, provisión de insumos y medicamentos, capacitaciones locales y regionales, con el armado de una red de complejidad creciente consensuada, entre los diversos servicios y sus posibilidades. Este año, ya evidenciando las consecuencias de la falta de planificación, aún no se tomaron decisiones políticas al respecto”.
Así, hacen especial hincapié en déficits de planificación, estructurales y de recurso humano que enuncian:
1- Déficits de camas de internación pediátrica. Entre el que se cuenta el cierre de las 30 camas de internación del Hospital Centenario y guardia externa pediátrica en dicho efector, el Hospital Gamen, cómo así también efectores privados como es el caso de la UOM con el cierre de sala de pediatría y UTI pediátrica.
2- Déficit de personal de salud en cantidad y calidad, el cual ya era insuficiente previo al inicio de la alta demanda estacional por el incremento del número de usuarios en el sistema público y precarización laboral de trabajadores.
3- Déficit de insumos.
4- Falta de organización de la red. Con severas dificultades en la derivación de pacientes entre efectores de distintos niveles de complejidad, que garanticen atención oportuna, fundamentalmente desde el primer nivel de atención a los otros, en forma ordenada.
5- Los bajos salarios, la contratación irregular, que obligan al multiempleo, sumado al cansancio y desgaste originado por la pandemia, todavía no reparado con descanso suficiente, suman a las deficitarias condiciones de trabajo de todo el equipo que trabaja en salud.
“Este escenario atenta seriamente contra los procesos de atención adecuados y pone en serio riesgo la vida de la población pediátrica, como también su salud, entendiendo su impacto en la morbimortalidad y secuelas a corto y largo plazo de niños, niñas y adolescentes”, sostienen.
“Desde nuestros espacios de trabajo, estamos realizando un esfuerzo inconmensurable para lograr los mejores resultados posibles, nos une la responsabilidad por el cuidado y el deber que asumimos en el ejercicio profesional. Nos vemos en la obligación ética de informar claramente que de no tomar medidas urgentes las consecuencias evitables serán responsabilidad absoluta de quienes no gestionaron una respuesta acorde a la actual necesidad en salud de la población”, agregan y finalizan: “Deslindamos toda responsabilidad, ante la vulneración del derecho al acceso a la salud de nuestra población pediátrica que ocurriese en este contexto crítico”.