La Ciudad

Tiene que inaugurar una planta en Roldán pero no puede volver al país

Está hace casi un mes en la casa central de la compañía, en Brasil, y no le reprogramaron el vuelo.

La planta está casi terminada. La llave de la nueva nave fabril instalada en Roldán la entregan en pocos días, pero el gerente general de la filial argentina de Spraytec no se encuentra en el país, está varado en la casa central de la compañía en Maringá, estado de Paraná, en Brasil. A Mariano Maineri le suspendieron el vuelo para regresar desde San Pablo y Aerolíneas Argentinas no le dice cuándo es la reprogramación. Su realidad es común a la de muchos empresarios que viajaron al exterior por trabajo y no pueden volver ante las nuevas limitaciones para el ingreso de pasajeros del exterior para prevenir la entrada de la peligrosa cepa delta del coronavirus.

“Fui a los Estados Unidos, me vacune con dos dosis, volví a la Argentina y ahora vine a la sede central de Spraytec porque hace un año no viajaba y tenía muchos temas pendientes. Lo cierto es que hace casi un mes estoy acá, tenía fecha de retorno para la semana que viene, suspendieron mi vuelo y desconozco cuándo podré embarcar”, indicó Maineri, en contacto con el portal de noticias de negocios Punto biz. La complicación que experimenta se suma a las dilaciones que tuvo la  construcción del nuevo establecimiento fabril de la firma dedicada a la elaboración de fitoestimulantes para el agro que tenía que haber estado terminada para principios de año.

“Si bien estoy trabajando desde Brasil hay temas que requieren mi presencia. Desde la habilitación de la nueva fábrica a la incorporación de nuevo personal a quienes tenemos que dotarlos de vehículos patentados que no pueden circular porque falta mi firma ya que soy el apoderado de la filial de Spraytec”, aclaró Maineri.

La compañía invirtió en Roldán u$s2 M de fondos propios para levantar la estructura de 2.000 m2 en el parque industrial donde ya operan hace 6 años. El plan es de quintuplicar allí la producción. “Yo no vine por turismo, no fui ni un día a la playa en este tiempo, estoy vacunado y es injusto que no me dejen volver”, se quejó el Ejecutivo.

Los mismos avatares que vive Maineri son compartidos por otros hombres de negocios. Carlos Castellani, metalúrgico de fuste, está vacunado con la primera dosis de Sputnik, fue a los Estados Unidos con su yerno para intentar generar nuevos negocios y ahora no puede volver. “Ni siquiera puedo completar mi inoculación acá ya que todavía no se sabe si es correcto para la salud combinar dos vacunas”, indicó el referente industrial que tenía vuelo para hoy desde Miami, también a través de la línea aérea de bandera.

“Por el momento el vuelo figura reprogramado para el 16 de julio, igual es todo incertidumbre”, manifestó. “Nuestra fábrica tiene un fuerte plan de exportación que incluye los países limítrofes y Sudáfrica. También en los Estados Unidos tenemos negocios que buscamos profundizar y por eso entablamos reuniones con miras a fijar aquí un representante, ahora bien, tenemos que regresar a casa, al trabajo”, añadió el titular de la firma Apache.

La historias se multiplican a medida que se agregan más días a este período en el que el estado argentino autoriza el ingreso de apenas 600 personas por día del extranjero a través de los vuelos internacionales que solo aterrizan en Ezeiza.