Un desafío espacial: el equipo de la escuela Técnica vuelve a la carga para participar de un concurso nacional
Su satélite había sido seleccionado entre los mejores prototipos del país. Ahora mismo, los chicos de Cansat Roldán elaboran un nuevo diseño para ser parte de una competencia en Bariloche.

Luego de diseñar el satélite y de que su proyecto fuera seleccionado entre los mejores del país, el equipo Cansat Roldán vuelve a irrumpir con fuerza. Integrado por alumnos y docentes de la escuela Técnica 643, fue invitado a participar nuevamente del concurso espacial que se hace a nivel nacional. Sin tiempo que perder y a la espera de nuevas directivas desde la organización, el plantel completo ya comenzó a trabajar. En diálogo con El Roldanense, el profesor Marcelo Aimetta contó qué hay detrás de esta nueva iniciativa.
“Aún no están definidos los detalles, pero se trataría de un encuentro en Bariloche en el que van a competir 10 equipos. Será libre, no hay tema sobre el que tengamos que hacer el diseño”, describió en primer lugar Aimetta. La competencia no se realizó en 2024 y, en esta ocasión, es apoyada por la INVAP, una empresa que tiene capitales privados y del Estado, y fabrica satélites, radares y reactores nucleares en la ciudad patagónica. Además, lo financiarían la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y el Instituto Balseiro (también con sede en Bariloche).
Del certamen participarán iniciativas de diferentes provincias. La temática de trabajo para los alumnos es libre y, al tratarse de una competencia, no pueden dar detalles del proyecto hasta que sea presentado. “Ya empezamos a trabajar con algunas ideas previas para adelantarnos en el diseño. Tenemos la intención de hacer algo original, aunque todo depende de lo que nos digan desde la organización en los próximos días”, señaló. “En estas semanas diseñaremos un prototipo para estudiar el comportamiento y haremos pruebas preliminares”, añadió.
Dos de los integrantes del equipo actual, Camilo Bondi y Santiago Giacolla, vienen trabajando desde hace tiempo en este proyecto. Algunos ya se han recibido, lo que hizo que otros alumnos de la escuela se incorporaran al grupo. “Esta vez el equipo tiene que ser de tres por una cuestión de presupuesto”, contó Aimetta, aunque explicó que hay más chicos que trabajarán sobre esta y otras iniciativas. “Nos repartimos el trabajo y cada uno va a hacer su parte. Cuento con eso ya que solo no podría, y tampoco es el objetivo”, valoró Marcelo.
“Ayuda mucho que ellos tengan una experiencia muy grande. Desde que los conocí y empezaron a trabajar en equipo, los pibes crecieron un montón, adquirieron una forma de laburo muy distinta a lo que se hace en la escuela”, destacó, y detalló que los chicos son los primeros en colaborar con la logística y la investigación que requiere la labor. “Yo coordino el equipo, pero propongo funciones y ellos le dan para adelante. De hecho, el chico que va a ser parte del equipo fue propuesto por ellos, dado que lo conocen. Tienen una participación totalmente activa”, señaló.
Aimetta trabaja de la mano con Celina Cudiciotti, una docente que también integra el equipo CANSAT desde sus inicios, allá por 2022. Mientras aguardan los detalles definitivos de la organización para saber las medidas y el peso del diseño que armarán, también se animan a mirar de reojo el Club de Ciencias, un espacio dentro del colegio que buscarán reactivar en el segundo semestre del año. “Ahora vamos a activar el equipo Cansat con un equipo reducido, y nos dedicaremos al 100% este proyecto”, aseguró el profesor.