Emprendedores

Acalanto, una librería infantil que se sembró en pandemia y ahora floreció con local propio en Roldán

Abrió hace poco en Paseo Alberdi. El espacio es llevado adelante por una familia “binacional” que vino desde Brasil a Roldán en 2019 y busca no sólo incentivar la lectura sino también ofrecer juegos, talleres y actividades para las infancias.

Pablo y Janaína son una familia binacional, él argentino, ella brasileña, vinieron desde São Paulo a Roldán con sus dos hijos en enero del 2019. Con una biblioteca en portugués, de a poco iban a Rosario a comprarles libros en castellano a los chicos y así surgió la idea de abrir una librería infantil. Como tantos otros emprendimientos familiares, Acalanto surgió en pandemia. Pero la semillita ya venía de antes y ahora floreció con un local propio en Paseo Alberdi.

“Cuando nos vinimos a Roldán, nos llamó mucho la atención que no hubiera una biblioteca ni una librería en la ciudad (o por lo menos no encontramos ninguna). Felizmente, eso ha cambiado en los últimos años”, recordó Janaína en diálogo con El Roldanese.

“Nosotros siempre valoramos mucho leer con nuestros hijos, prácticamente desde que nacieron. Cultivamos el ritual de la lectura compartida antes de dormir, y además siempre buscamos acercarles libros que de alguna manera dialogaran con sus intereses y curiosidades. Así que nos venimos a Argentina con una pequeña biblioteca en portugués, y casi todos los meses íbamos a Rosario a comprarles libros en español. La pandemia cambió todo eso. Ya no podíamos conseguir libros, e imaginamos que a muchas otras familias les pasaría lo mismo”, sumó.

Así fue tomando forma la idea de abrir una librería infantil. Fue la manera que Pablo y Janaína encontraron de abrir ventanitas que les permitieran ir al encuentro de otros, y al mismo tiempo seguir ofreciendo refugio en las lecturas compartidas. El nombre, Acalanto, busca reflejar eso. Según contaron, la palabra “acalanto”, en portugués, es el acto de arrullar el bebé y también se usa metafóricamente para referirse a algo que trae calma y seguridad.

“En un primer momento, creamos una tienda online. Más que nada, lo que nos interesaba era la selección de títulos, no tener un montón, sino tener libros elegidos y queridos. Libros que nos encantaría regalar, indicar, leer, proponer lecturas compartidas, trabajar o simplemente disfrutar. Hace un año venimos madurando la idea de abrir un local y finalmente, hace unos tres meses, abrimos las puertas en el local 14 del Patio Alberdi, y pasamos de la virtualidad a la tienda física”, contó Pablo.

La feria del libro, una oportunidad para presentarse en sociedad

Este año fueron invitados a participar de la tercera edición de la Feria del Libro de Roldán. “Fue una oportunidad única para nosotros, no solamente para difundir la librería, pero sobre todo para sentir el público, observar qué buscan, qué les llama la atención, cómo se da su vínculo con los libros, y a partir de ahí pensar en posibilidades de dialogo y acercamiento”, señaló la emprendedora.

“Desde siempre nos pareció que los libros infantiles tienen quizás más necesidad que otros de ser hojeados, vistos, tocados. La tienda física nos posibilita eso, nos permite conversar con los clientes, indicar, intercambiar conocimientos y proponer actividades. Además de libros, tenemos algunos juegos de editoriales y queremos ir sumando materiales educativos”, proyectó Pablo.

El espacio también está pensado como lugar de encuentro para los peques. La semana pasada comenzaron los talleres autodirigidos de ajedrez, que ya están en marcha: son gratuitos, para niños y niñas de 7 a 12 años.

“Estamos preparando talleres de lectura, de portugués e iremos viendo qué más podemos sumar. Queremos que la gente circule por la librería y que ese circular ocurra de manera casual, para acercar los niños y niñas a los libros sin una obligación y que, a partir del juego o del momento compartido suceda ese encuentro”, invitaron.