Ya no es sólo en temporada de cosecha: no cede el caos en la A012
A diferencia de años anteriores, una combinación de factores produce que las largas colas de camiones cerealeros se mantengan con el correr de los meses.
Hasta el año pasado, la cuestión era aguantar la época de cosecha gruesa, es decir abril y mayo. Pero algo cambió en 2015 y el caos de tránsito por la A012 se mantiene con el correr de los meses. ¿Qué es lo que ocurrió entonces, para que no cedan las largas hileras de camiones cerealeros que no sólo entorpecen la circulación en el corredor que atraviesa a la ciudad, sino que además implican serios peligros en materia de seguridad vial?
La respuesta a esa interrogante, en buena medida, puede encontrarse en una entrevista en la que meses atrás El Roldanense consultó sobre el tema al ingeniero José Emilio Bernasconi, ex titular de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT). En esa oportunidad, el especialista apuntó una seria de factores que se combinan para derivar en la situación de colapso que la ciudadanía local observa ahora de modo permanente.
Por un lado, hay que hacer mención al récord de cosecha que marcó la temporada 2014/2015 en Argentina: los campos generaron un estimado de 120 millones de toneladas de granos, correspondiendo la mitad de esa cifra únicamente a la soja. Se trata de un dato para nada menor, teniendo en cuenta que las terminales del norte del Gran Rosario, a las cuales se accede por la A012, constituyen una de las zonas portuarias más importantes del país e incluso fronteras afuera.
Pero además -y sobre todo- hay que tener en cuenta el hecho de que los valores internacionales de las commodities han bajada significativamente de un tiempo a esta parte. Como consecuencia de ello, los productores no salieron a vender de golpe sino que se van desprendiendo de su rinde a medida que lo van necesitando, a la espera de un mejor precio. Así, el grueso del tránsito no se concentra en una época sino que se mantiene a lo largo de todo el año.
Todo ello se da, cabe aclarar, en el marco de una estructura de transporte de carga que no cuenta con el debido desarrollo estratégico a nivel país. Sobre ese punto y a modo de ejemplo, en la mencionada entrevista Bernasconi explicó que «hoy en día el tren mueve sólo el 17 por ciento de la producción que entra a los puertos del Gran Rosario», cuando según los parámetros mundiales aceptados ese indicador debería ubicarse en el orden del 33 por ciento, debiéndose repartir el resto entre ruta y agua, en partes iguales.