Eduardo Schwank se vuelca al tenis playa y organiza importante torneo en Rosario
El deportista roldanense se adentró en un nuevo mundo del deporte en el que hizo su vida. Cuenta los pormenores de la disciplina y cuál es su actualidad en torno a la raqueta.
El roldanense Eduardo Schwank se volcó a una nueva variante del deporte que juega desde chico. Se volcó al tenis playa y, durante el fin de semana del 20 y 21 de marzo, será el coordinador de un torneo que se jugará en La Florida, Rosario. “Llegué a él gracias a conocidos. Fui a probar y me gustó. Creo que tiene un gran potencial para crecer. Tengo la expectativa de llevarlo por todo el país, que la gente lo conozca”, dijo en diálogo con El Roldanense.Según explica, es una disciplina diferente al tenis conocido, aunque ya cuenta con muchos adeptos. “El tenis playa es un deporte relativamente nuevo en Argentina, hace cuatro o cinco años que se comenzó a jugar. La gente se prende muy rápido, es fácil de aprender y tiene un entorno muy bueno, dado que se juega en la arena y con música de fondo”, cuenta. Se utiliza una pelota de baja presión y las medidas de la cancha son de 16 por ocho metros.La de este fin de semana será la etapa 15 de un circuito que ya atravesó varias provincias nacionales, y se jugarán más de 200 partidos tanto en singles como en dobles. Actualmente, Schwank se encuentra abocado a la organización de estos certámenes que convocan a jugadores del país y otros extranjeros. “Está creciendo muy rápido y la idea es que cada vez más gente se una”, expresa y se ilusiona con que el beach tennis sea un deporte olímpico en el futuro.“Me gusta mucho la parte organizativa de eventos y descubrí que esto es algo que me apasiona y está muy bueno”, manifiesta el ex tenista. Hoy en día, sigue dirigiendo su academia Schwank Tennis Center, en Tierra de Sueños 2. “Tengo algunos jugadores que estoy entrenando y tienen proyección a ránkings nacionales y profesionalismo. Es una pasión de toda la vida darles a los chicos las enseñanzas que el tenis me dio a mí”, subrayó.