Por: Mili Olivari

La rutina diaria cansa, y al menos una vez en la vida todos pensamos en cambiar. De lugar, de entorno, de vida. Este fue el caso de Sofía, la roldanense que un día se levantó y muy decidida a invertir sus ahorros, sacó un pasaje de ida hacia Las Vegas y ver qué le esperaba allí.

En noviembre del 2020, año pandémico, la joven de 24 años emprendió su viaje. “Fue fácil, un día me levanté y saqué los pasajes, tenía ahorros para comprarme un auto, pero me pareció mejor idea viajar”, contó Sofía a El Roldanense.

En un abrir y cerrar de ojos había llegado la fecha, el día que venía esperando. La roldanense estaba agobiada de siempre querer progresar y nunca poder hacerlo. Aquí en Argentina trabajaba en un hotel de la profesión que ella había estudiado, pero la pandemia les jugó una mala pasada a todos los que se desempeñan en ese rubro. Le habían recortado horas, el sueldo había disminuido y no sabían cuando sería la reapertura, “asique tomé la decisión de renunciar y arriesgarme a algo nuevo”, resumió.

La llegada al país desconocido no le fue fácil en un principio. Estaba llena de incertidumbres y miedos a todo lo inexplorado hasta ese momento, pero estaba confiada en que su amigo de ese entonces la ayudaría a sobrevivir al menos el primer tiempo, pero no fue así. “Me quedé sin dinero, 50 dólares en el bolsillo era lo único que tenía, estaba en una ciudad enorme sin conocidos, pedí prestado un sofá de una chica que apenas conocía, después pude conseguir un trabajo y de a poco a salir adelante”, contó.

Actualmente, y después de haber superado todas esas piedras que le propuso el camino, se encuentra trabajando en un restaurante haciendo sushi y todo tipo de comidas asiáticas. Hizo amistades que valora mucho, una de ellas es su única y mejor amiga Chels, una chica colombiana que se encuentra viviendo en el país hace cuatro años, y quien ayudó a Sofia en ese momento tan difícil. “Chels fue la que me ayudó y estuvo para mí más que nadie, me faltan años de vida para devolverle todo lo que ella hizo por mi”, asegura.

Cómo cualquier aventura fue también arriesgada. Era la primera vez que viajaba al exterior sola, esta primera experiencia no fue fácil para ella, ni para quienes se quedaron en Argentina, pero jamás le faltó el apoyo de su gente. “Siempre tuve mi apoyo más importante que son mis padres y familia, soltar los vínculos a veces es difícil, pero sé que pase lo que pase mi familia jamás me iba a dejar sola. Entonces vine al país sola, dejé los miedos, y mis sueños pesaban mucho más que mi valija (literalmente mi valija pesaba 10kg), llegué sin nada”, contó.

Los planes que Sofía tiene en su cabeza son poder quedarse en Estados Unidos y desarrollar su vida allí, hoy puede decir que se encontró en el país y que está feliz. “Estoy de novia con un chico de acá, vivimos juntos y estamos felices, y eso es un apoyo muy bueno” comentó.

Como cada argentino que se va de este país, hay cosas que se extrañan. “De Argentina no extraño nada, más que el asado, mi perro y mi familia”. Quizás allí hay muchas cosas diferentes que acá, un ejemplo son los servicios públicos como la medicina, o los derechos que se le atribuyen a los trabajadores, pero las oportunidades que brindan son muchísimas. “Debo reconocer que los derechos de los trabajadores son mucho más valorados en nuestro país que aquí. La medicina sí, es cara como todos dicen, pero existen muchas oportunidades para tener un seguro, o pagar por mes, igual que becas para estudiar”.

La gran duda de muchos es ¿qué tanto cuesta vivir en Estados Unidos? “Si quieren venirse, venganse preparados para trabajar duro, el sueño americano si existe, pero tenés que trabajar duro para conseguirlo. Es un país que te da muchas oportunidades, pero te quita por otros lados. No puedo garantizar que sea fácil el comienzo, pero las metas y sueños a veces son más fuertes que cualquier otra adversidad que se pueda presentar”, dijo convencida.