La Ciudad

Alimentación e inmunidad: ¿cómo podemos fortalecer nuestra salud?

Una nutricionista local pone el foco en la manera de alimentarse para reforzar nuestras defensas.

Por Mariela Gentile (*)

La pandemia por coronavirus (COVID-19) que estamos atravesando ha trastocando la vida de las familias de todo el mundo. A medida que las escuelas y los centros de cuidados infantiles fuero cerrando, dinámicas de trabajo y sociabilización fueron cambiando, nos hemos encontrando con que debemos hacer malabarismos para cuidar nuestra alimentación, trabajar a tiempo completo (muchas veces en casa) a la vez que se atienden otras responsabilidades.

Junto a esta situación compleja, nos llegan desde los medios de comunicación información no siempre cierta sobre alimentos, dietas o prácticas alimentarias para mejorar el sistema inmunólogo o “subir las defensas”. Trataré, en esta nota, de echar un poco de luz sobre este tema.

¿Hay alimentos que “Aumenten las defensas”?

Si bien es cierto que ciertos nutrientes, vitaminas y minerales (como el cobre, ácido fólico, hierro, selenio, zinc o vitaminas A, B6, B12, C y D) participan en el sistema inmunitario, no significa que una dosis extra de ellos mejore las defensas. Si es importante una adecuada y equilibrada alimentación para favorecer la producción de las células del sistema de defensa del organismo de forma más eficiente.

Entonces ¿Cómo mejorar el sistema inmunitario?

Además de las vacunas y de la leche materna (cuya implicación en el sistema inmunitario es indiscutible), otros factores que tienen mucho que ver con la inmunidad son:

# Una buena higiene (tanto personal como la relacionada con la seguridad alimentaria).

# Evitar el tabaco y el alcohol.

# Evitar el sedentarismo, tratando de realizar actividad al aire libre si es posible, caso contrario hacer ejercicios en casa (hoy día se cuenta con herramientas como clases de gimnasia on line, o aplicaciones para hacer ejercicios en casa).

# Evitar alimentos ultraprocesados.

# Ingerir una cantidad adecuada de agua, casi dos litros diarios (unos 8 a 10 vasos al día).

# Mantener un peso saludable, controlar el estrés, dormir lo suficiente y seguir una dieta sana. Sobre este último punto, la alimentación saludable, conviene recordar que no es cuestión de fijarse en un nutriente aislado o un alimento concreto, sino en el conjunto de la dieta.

(*) Licenciada en Nutrición (mat.507), desarrolla su labor de lunes a viernes en CTR rehabilitación integral .Aquellos interesados pueden contactarse  al centro transdiciplinario mediante sus redes sociales:

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