La Ciudad

Reconversión de rubros y locales más chicos, estrategias de comercios para pelear la crisis

Las cifras de negocios que bajan la persiana sube día a día. Sin embargo, hay muchos que le buscan la vuelta para aguantar la recesión y salir adelante.

A pesar de que los comercios minoristas y mayoristas cuentan con luz verde por parte del Gobierno Municipal para funcionar e intentar recuperar, de a poco, el ritmo que tenía previo a la pandemia, la reactivación económica viene lenta. Muchos debieron reconvertirse a rubros que en este contexto resultan más lucrativos, otros prefirieron achicar sus espacios y algunos permanecen cerrados esperando que la crisis pase para reabrir.

Según un informe realizado por la Federación Gremial de Comercio e Industria y la Corporación de Empresas Inmobiliarias de Rosario, en el primer semestre del año, la tasa de locales desocupados en el centro de dicha ciudad alcanzó al 10,6% (425) del total de las propiedades comerciales disponibles (3999).

Si bien las cifras de cierres sigue aumentando, son muchos los negocios que dan pelea para salir adelante. Lo cierto es que el margen de ganancia se achicó considerablemente para una gran cantidad de comercios, cuyo ingreso hoy muchas veces no alcanza para cubrir gastos fijos de local y mercadería y quedarse con un resto que les permita sobrevivir mes a mes.

“Los meses de marzo y abril fueron pésimo para la mayoría de los comercios. En mayo algunos rubros lograron reponer las ventas, sobre todo los que trabajan con productos esenciales como tiendas de alimentos, limpieza y también indumentaria. De hecho, algunos negocios decidieron incorporar productos de primera necesidad para incrementar las ventas”, destacó a El Roldanense Germán, referente del Centro Comercial Paseo López.

Según el comerciante, el principal desacuerdo que esgrimen titulares de negocios es la restricción de horario que hoy a la mayoría le permite funcionar hasta las 19 en la ciudad. Este es un problema para algunos rubros como, por ejemplo, las heladerías, cuyos pedidos suelen incrementarse después del horario de la cena.

Sucede un caso similar para los comercios ubicados en Tierra de Sueños 2 y 3. Marina, al frente del espacio gastronómico Mozzafiato ubicado en Tds 2, contó que tuvo que reinventarse tras la pandemia, ya que su negocio eran principalmente los eventos que hoy en día están prohibidos y sin fecha de retorno. No fue el mismo caso para el bar O’clock del mismo barrio, que por ahora permanece con sus puertas cerradas.

“En mi caso yo dejé de ser solo bar y sumé artículos de primera necesidad y pongo la leche al costo y otras promociones para que la gente se interesa venga y vea lo que tengo. Después hay rubros que están más complicados como los de venta de ropa, accesorio y la parte de inmobiliaria. De hecho, en la galería donde yo tenía mi negocio antes están alquilando los locales al mismo precio que hace un año atrás”, señaló Marina.

Con respecto a los alquileres, Germán añadió que se vio movimiento, tanto en calle López, como en cuadras lindantes. Lo que más destacó fue el pase de algunos comercios a tiendas más chicos, estrategia que se dieron para achicar los costos de alquiler e impuestos. También señaló que algunos locales se empezaron a ocupar por negocios de comida y que el rubro que más apertura tuvo durante la pandemia fueron las dietéticas. Mientras que otros como turismo, salones de eventos y servicios para fiestas aguantan en la cuerda floja.