Roldán ya tiene su protocolo de seguridad sanitaria para veranear en la ciudad
Este miércoles se terminó de delinear tras un intenso trabajo llevado adelante por representantes del municipio y de las cámaras inmobiliarias. Los principales puntos de la normativa.
Tal como hicieron las principales ciudades turísticas del país, Roldán ya tiene listo su propio protocolo de seguridad sanitaria que se pondrá en vigencia en la temporada de verano. La intención es reducir al máximo los riesgos de contagios y propagación del coronavirus en el marco de una temporada que se presenta con características particulares debido a la gran demanda de casas para alquilar en la ciudad que ya se está vivenciando.
La normativa se terminó de definir este miércoles luego de un intenso trabajo que hace varios meses vienen llevando adelante representantes del municipio junto con las cámaras gremiales que agrupan a todas las inmobiliarias que trabajan en la zona.
Paula Minuchi, secretaria Legal y Técnica del municipio adelantó a El Roldanense algunos de los puntos acordados: “Se va a trabajar en conjunto, las inmobiliarias van a tener que informarnos sobre todos los contratos que se celebren y nos deberán suministrar información clave como cuánta gente ocupará cada casa y por cuánto tiempo se quedarán. De esta forma vamos a poder tener un estricto control de las reuniones familiares o fiestas que puedan llegar a realizarse por fuera de la legislación vigente”, informó.
Es que si en una situación normal la ciudad ya se encuentra los veranos con cuellos de botella debido al notable incremento de población (que en años anteriores solía acercarse al doble de habitantes), con la pandemia de por medio la cosa se agrava. “No sólo hay que ser muy cuidadosos con la cuestión sanitaria sino también con la prestación de todos los servicios”, amplió Minuchi.
Así, el protocolo que ya está establecido también exigirá a las inmobiliarias un mínimo de 12 horas entre la salida de un inquilino y la llegada de otro, con el objetivo que durante ese tiempo la unidad sea desinfectada.
Además, quienes lleguen a veranear deberán traerse su propia ropa de cama y toallas y se sugerirá que hagan lo propio también con las almohadas.
Todo el protocolo será informado a las vecinales de la ciudad, quienes tienen contacto directo con el vecino y podrán ser fuente de difusión directa. También el protocolo se informará junto con la tasa de servicios que mensualmente llega a los domicilios.
Una temporada atípica
A juzgar por la cantidad de consultas que reciben diariamente las inmobiliarias sobre casas de alquiler temporarios para diciembre, enero y febrero, podría preverse una temporada récord.
Sin embargo, se da también otra situación: muchos propietarios se verán imposibilitados de trasladarse a otras ciudades y, en lugar de poner su unidad en alquiler, la utilizarán ellos mismos.
De este modo, a priori y hasta no tener los contratos firmados, no se podrá calcular en cuánto se incrementará la población en la próxima temporada estival.