Por Lucio Di Giuseppe

El dato duele. Duele porque significa que durante 2016 muchos ciudadanos roldanenses perdieron capacidad adquisitiva y requirieron más ayuda del Estado municipal: alrededor del doble de familias requieren los bolsones de alimentos otorgados por la Secretaría de Promoción Humana y Comunitaria municipal, con respecto al año pasado.

La titular de dicha cartera, María del Carmen Ramallo, así lo explicó a El Roldanense: “Hay un cupo de 900 Tarjetas Únicas de Ciudadanía (CUD), que le permiten a la gente comprar en los comercios; a eso le sumamos unos 500 bolsos que le entregamos a personas que no tienen tarjeta”. ¿Qué agrava la situación? “El monto de la tarjeta no debe llegar a 200 pesos, que si bien es una ayuda, lo que el año pasado comprabas a diez hoy lo compras a veinte, veinticinco o más también, entonces nos queda otro cupo de bolsones para casos extremos. La demanda se incrementó porque muchas familias quedaron sin trabajo”.

En ese sentido, la funcionaria explicó que “las familias que vienen en busca de alguna ayuda, en general, los hombres trabajan o de parqueros o de ayudante de albañil, y ahí se notó magníficamente porque hay muchas obras que quedaron paradas, la gente no está construyendo como antes, y con el parquero pasa lo mismo. Las mujeres en general hacen limpieza en casas de familia, en muchos casos gente ha optado por manejarse como puede y la mujer queda sin trabajo o si iba tres días, ahora va dos o uno, y eso se siente en el hogar”.

Por último, yendo a la estadística y comparando con el año pasado, la demanda de ayuda “se fue incrementando en casi el doble”, según explicó Ramallo. “El año pasado entregábamos entre 300 y 400 bolsones, y hoy 600 y a veces hasta se ayuda de otra forma”, agregó, aunque sin querer ahondar más en el tema: “No nos gusta hablar de las cosas que hacemos acá porque no queremos hacer política con esto, no nos gusta manosear la necesidad de la gente”.

Papá Noel llega a Roldán

Este sábado desde las 17 Papá Noél estará repartiendo juguetes en los dispensarios de los barrios Villa Flores y Beaudrix. “La idea es que cada uno de los chicos de Roldán no pase Navidad sin un juguete”, explicó Ramallo sobre la iniciativa.