Después de varios años de gestiones con la Provincia, el Municipio logró que los ingresos a la ciudad tanto por Ruta 9 como por la A012 estén controlados por radares que medirán la velocidad. En diez días se instalarán equipos móviles en la mano que ingresa a la ciudad sobre ambas arterias y también sobre Catamarca en su intersección con Urquiza. En tanto, en un tiempo estimado de entre tres y cuatro meses, se instrumentarán bajo modalidad fija.

La medida apunta a que los conductores tanto de vehículos pequeños como de gran porte que circulan Roldán bajen un cambio. La velocidad máxima permitida será de 60 kilómetros por hora, y aquellos que no cumplan con lo dispuesto serán sancionados con multas que llegarán a sus domicilios.

“Los carteles ya están colocados y en diez días empieza a funcionar el radar móvil. Los juzgamientos correrán por cuenta del Tribunal de Faltas local, de modo que la multa llegará a la casa del titular del auto”, comentó a El Roldanense el secretario de Gobierno Eduardo Bufarini.

“La primera etapa son los radares móviles que van a estar ubicados en los ingresos y a la altura del semáforo de Catamarca y Urquiza, y van a ir rotando en diferentes momentos del día. Luego, en unos tres o cuatro meses más ya van a estar ubicados los fijos”, agregó el funcionario.

La disposición que habilita este tipo de dispositivos radica desde fines de 2014, en tiempos de la gestión de Antonio Bonfatti al frente de Santa Fe, lográndose en este tiempo transcurrido la obtención de la tramitación correspondiente con el acompañamiento unánime del Concejo. Los radares que va a sumar el Municipio se encuentran homologados por el gobierno provincial, e incluso ya se ha efectuado la licitación para la adquisición de los implementos tecnológicos correspondientes.