Roban en el club Sportsman por octava vez en dos años
Entre otro equipamiento deportivo, se llevaron unas veinte pelotas, que horas más tarde se estaba vendiendo en un barrio de la ciudad. Un jugador de la institución habría participado del hecho.
En lo que constituye el octavo delito contra la propiedad sufrido en apenas dos años, el Club Sportsman fue víctima este fin de semana de un robo en sus instalaciones ubicadas en Amenábar y Sarmiento. Los delincuentes se llevaron unas veinte pelotas nuevas, pecheras y ropa de los chicos que asisten al establecimiento. Horas después de descubierto el hecho, dirigentes de la institución pudieron averiguar que el equipamiento sustraido estaba siendo comercializado en un domicilio de barrio América y lograron recuperar algunos elementos.
En diálogo con El Roldanense, Carina Ziraldo, tesorera de la entidad deportiva, contó que los acontecimientos se sucedieron durante la madrugada del sábado: «El viernes por la noche padres y miembros de la Comisión se juntaron a comer un asado. Se fueron a eso de las 2 de la mañana y al otro día, a las 9, nos encontramos con lo que había pasado».
«Algunas horas después una madre nos avisó que estaban vendiendo las pelotas en barrio América. Así que fuimos a la Comisaría para hacer la denuncia y pasar ese dato, pero nos dijeron que no podían hacer nada. Así que fueron algunos directivos y dieron con un hombre que ofrecía cada pelota a cien pesos», prosiguió relatando la representante de la Comisión de Sportsman.
A continuación, Ziraldo destacó que «por suerte se pudo convencer a esta persona para que devolviera los elementos que todavía no había podido comercializar, es decir 19 pecheras y unas siete u ocho pelotas». Este vecino también proporcionó los nombres de cuatro menores que habrían participado del robo para luego llevarle el equipamiento con el propósito de que lo hiciera circular. «Lamentablemente uno de los ladrones sería un jugador de la institución», indicó la tesorera del club.
«Desde que asumimos las riendas del club hace dos años ya nos entraron ocho veces: se metieron en los vestuarios, en el buffet, donde se pueda imaginar», señaló por último la dirigente.