La demora en el tratamiento de una ley pone en peligro el futuro de una pyme local
La empresa volvió a ponerse en marcha en enero tras largos meses de parate. Pero la incertidumbre que se vive en su sector hace peligrar decenas de puestos de trabajo.
Tras largos meses con su producción frenada, la empresa Rosario Bio Energy, cuya planta se encuentra ubicada en el Parque Industrial de Roldán, volvió a ponerse en marcha durante enero y con casi la totalidad de su personal desempeñando tareas. Se trata de una de las empresas productoras de biodiesel más importantes de la región y cuyo futuro peligra por la demora en el tratamiento de la Ley de Biocombustibles que debería haber ocurrido en el mes de enero y aún no sucedió.
Se trata de la Ley 26.093, que cuenta con media sanción del Senado y establece que una parte de la producción del biodiésel se destine al mercado interno gracias al corte obligatorio del 10% en el diesel, lo que garantiza la estabilidad del sector y el funcionamiento de todo un entramado productivo que hoy tiene a 55 empresas productoras de combustibles limpios en Argentina.
Sebastián Pucciarello, titular de Rosario Bio Energy, dialogó con El Roldanense sobre cómo los afecta esta situación y las expectativas que tienen a futuro en lo que refiere al sostenimiento de esta industria. La misma enfrentó un duro escenario en el 2020 a partir de la decisión del Gobierno de mantener congelados durante casi un año los valores de los biocombustibles, lo que generó que la mayoría de las plantas frenasen su producción durante meses por la imposibilidad de hacer frente a los costos.
«Unas semanas atrás, la Secretaría de Energía decidió actualizar los precios que estuvieron tanto tiempo desactualizados y con esta decisión volvimos a abrir la planta en enero, aunque estamos produciendo al 5%, es decir, a la mitad de lo que venían fabricando, ya que fue el porcentaje de corte establecido. Ahora en febrero sube al 6,7% y así progresivamente hasta abril, donde supuestamente se retoma el nivel normal del 10%. Pero la continuidad de las fábricas también depende de si se prorroga la Ley, que es la que le da un marco de funcionamiento concreto al sector», señaló Pucciarello.
Luego de estar durante tanto tiempo frenada, el empresario señaló que tuvieron que arreglar algunas máquinas que no funcionaban en la fábrica, aunque esto no impidió poner en marcha la producción. Igualmente, señaló que tanto la parte directiva de Rosario Bio Energy como los empleados, están preocupados por lo que puede llegar a suceder si se sigue estirando el tratamiento del actual régimen de biocombustibles en Diputados.
«El viernes pasado tuvimos una reunión por el malestar que había, ya que sentían que el Estado en general no los estaba acompañando y no le importaba la problemática. Yo me sumé afirmándoles que los empresarios estamos viviendo la misma crisis y que en esta estábamos todos juntos. Ya en enero nos habían prometido que lo iban a tratar y nada», precisó Pucciarello.
Por último, el empresario apuntó contra las petroleras por la demora en el tratamiento de la Ley y afirmó que las refinerías a base de combustibles fósiles busquen generar un mercado de biocombustibles a medida para ellas: «El régimen actual lo prohíbe, es decir que las plantas de biocombustibles están reservadas para pymes que no sean refinerías de petróleo. Por eso creo que la intención de estas es hacer desaparecer el mercado actual para crear uno nuevo, lo que destruiría a las economías regionales, afectando miles de puestos de trabajo».