Empezó el juicio por lavado al Delfín Zacarías y entre sus bienes figuran 20 lotes en Roldán
El debate empezó este viernes y está a cargo del Tribunal Oral Federal 1, integrado por Ricardo Vázquez, Otmar Paulucci y Germán Sutter Schneider.
Este viernes Delfín Zacarías, parte de su familia y allegados comenzaron a ser enjuiciados por lavado de activos en la justicia Federal. Entre los bienes que la fiscalía estima provenientes de lavado de dinero narco se encuentran 20 lotes en Roldán. Se trata de una investigación que es un desprendimiento de la causa principal por narcotráfico donde el jefe del grupo fue condenado a 16 años de cárcel.
El debate oral y público estará a cargo del Tribunal Oral Federal 1 a cargo de Ricardo Vázquez, Otmar Paulucci y Germán Sutter Schneider. La acusación estará encabezada por el fiscal Federico Reyranes Solari quien estimó que el delito implicó maniobras ilícitas por 600 millones de pesos.
El concejal Marcelo Remondino, quien fue denunciante en el caso, contó que hace dos años, desde el Concejo sanlorencino pidieron a la Justicia que los bienes fuesen decomisados, tanto el edificio donde se iba a realizar un polideportivo sea cedida a una escuela técnica y en una casa que estaba construyendo la hija del Delfín se utilice para instalar un centro de tratamiento de adicciones.
La construcción de un polideportivo y/o gimnasio en tres terrenos en Congreso s/n y dos en Vélez Sarsfield s/n en la localidad de San Lorenzo fue la punta de lanza de esta investigación por lavado de activos. Esta obra no podía hacerse en ese lugar y logró un excepción urbana que concedió el Concejo Deliberante.
Remondino contó al diario El Ciudadano que originalmente esos terrenos fueron heredados por su familia y se vendió una parte de ellos a los propietarios de una cerealera. Cuando volvió del exterior tuvo intenciones de levantar una casa en unos terrenos colindantes al lugar y sondeó la posibilidad de volver a adquirir el predio que su familia había vendido años atrás. Entonces se dedicó a corroborar quienes eran sus propietarios. Así supo que hubo otra venta después de la que hizo su familia.
Se enteró que los terrenos habían pasado de mano “esos terremotos se los vendieron a chicos que estaban vinculados a la venta de drogas y después aparece el nombre de Zacarías”, aseguró.. El concejal contó que pudo rastrear las titularidades y allí le saltó que el 50 por ciento de la propiedad estaba a nombre de Flavia Zacarías, donde se levantó una megaobra de 6 mil metros cuadrados, refirió.
Pero allí no terminó, la excepción que le brindó el concejo para llevar adelante la construcción implicaba algunas obras que tenían que hacer, entre ellas poner unos juegos en una plaza y se dispuso, a través de una ordenanza, que la hija de Zacarías fuera la madrina del espacio verde.
Remondino denunció y sufrió dos ataques con bombas molotov, una de ellas le incendió una camioneta, recordó. Hizo su paso por la Legislatura en relación a este tema y hace unos dos años impulsó desde el concejo que se decomisen esos bienes. Pidieron a la Justicia que el polideportivo sea entregado a una escuela técnica de la zona que necesita una edificación acorde para ampliar y mejorar la educación de los chicos. Un mejor lugar permitiría más talleres de oficios necesarios en el cordón industrial.
En cuanto a esto recordó que en una de las construcciones se había incumplido con la obligación de dejar tres metros desde la medianera, la directiva de la dependencia que controló esta cuestión dijo que había que demoler lo construido pero no le hicieron caso y le fijaron una multa de 50 mil pesos que debía hacerse por depósito. El legislador local dijo que Zacarías fue a la municipalidad con una caja de zapatos y quiso pagar la multa con billetes de 2, 5 y 10 pesos. la empleada le explicó que debía pagarse por depósito, Zacarías se fue pero al rato volvió a la caja, la orden era que le cobrará la multa en efectivo, afirmó.
La caída de Zacarías
Al año siguiente y tras la salida a la luz de la información que manejaba la investigación en un megaoperativo encabezado por Sergio Berni se desbarató una cocina de cocaína en Funes que se le atribuyó a Delfin Zacarías.
Le siguieron un despliegue de allanamientos y detenciones, La organización delictiva encabezada por Zacarías dedicada al narcotráfico tuvo su correlato el año pasado cuando en un juicio oral y público, que tuvo lugar en los tribunales federales, fue condenado a 16 años como organizador de tráfico de estupefacientes en la modalidad guarda, producción, fabricación, preparación y tenencia para la comercialización agravada por la intervención de tres o más personas en forma organizada.
La acusación recayó sobre David Delfín Zacarías, su esposa Sandra Inés Marin, Joel Abel y Flavia Zacarías, esta última en sus declaraciones indagatorias dijo que todo lo compraba su papá y lo ponía a su nombre.
Otro de los imputados es Néstor Fabián Fernández, Edgardo Martín Radovani, su cuñado Fernando Ermacora, su hermana Gloria María Zacarías, Andrea Altamirano, Gonzalo Jaime, Jorge Roberto Zacarías hermano de Delfín, José Luis Dabatb y Miriam Paniagua.
La fiscalía refirió que en uno de los allanamientos ocurrido en septiembre del 2013 en calle Martín Fierro de Timbúes donde se encontraba Jorge Zacarías, hermano de Delfín, encontraron una notebook con información vinculada a operaciones de lavado de activos.
Posteriormente, se requirió el levantamiento del secreto bancario y fiscal, y a través de diversas medidas solicitadas por la Fiscalía se logró determinar un universo de activos por un monto aproximado de $600.000.0000, refirió una fuente de la acusación.
Para la fiscalía está probada la existencia de una organización criminal dedicada al lavado de activos provenientes de venta ilícita de estupefacientes conformada por familiares y personas que se conocían entre sí o con vínculos estrechos de amistad quienes cumplían distintos roles en la estructura criminal.
Se los indagó por transformar el producido de esa actividad ilícita en bienes que incorporan a su patrimonio con la finalidad de darles apariencia de lícito. Siendo el líder de la organización Delfín Zacarías que se introdujo en el mercado económico formal mediante sus familiares y personas de confianza.
Entre los bienes que la fiscalía estima provenientes de lavado de dinero narco se encuentran unos 40 vehículos: entre ellos un Audi TT, 4 motos BMW y 1 CBR 900, una Amarok, 13 cocheras en Mitre al 1200 en Rosario además de varios departamentos, 20 lotes en Roldán, 17 en Puerto General San Martín, 9 lotes y 3 cunas náuticas en Arroyo Seco, los terrenos en San Lorenzo donde se levantó el polideportivo y la casa de la hija de Zacarías. También explotaban la remisería Frecuencia Urbana y la firma Top Cranes SRL que presta servicios a empresas constructoras.
La fiscalía contó que hasta el 2011 Delfín Zacarías estuvo inscripto como monotributista en el rubro prestación de servicios de taxis y remises. Y a modo de ejemplo refirió que en 2012 tuvo un Audi TT que luego vendió a un consorte de causa que tras la operación le hizo una tarjeta azul.