Avistaje de pumas en Roldán y Funes: de dónde vienen y por qué aparecen
Hace algunos días se dio el caso en la ciudad y esta semana vecinos aseguran haber visto otro en Funes, aunque nunca logró ser captado por cámaras.
La semana pasada un Puma fue avistado en Roldán y murió tras ser rescatado por efectivos de la Policía Ecológica, según señalaron, producto del estrés causado por toda la situación. En tanto, en Funes también dieron cuenta de la aparición de un ejemplar de esta raza, aunque sólo se fotografiaron sus huellas, y hasta el momento no fue encontrado.
La coordinadora de Salud Animal de la Municipalidad de esa ciudad, Aranza Puig, reveló que el animal fue visto por un vecino que se sorprendió al constatar que habían hecho destrozos en la galería de la casa y después corroboró por las imágenes de las cámaras de seguridad de que se trataba de un puma. “La especie es altamente protegida por leyes provinciales, nacionales y ordenanzas locales”, señaló Puig en el diario La Capital, y añadió: “Ellos no quieren atacar, se encuentran estresados, asustados y tal vez desorientados”.
Consultado sobre los motivos de las apariciones de pumas en zonas urbanas, el referente del refugio MundoAparte, Franco Peruggino, contó al citado medio que actualmente los pumas no tienen “nicho ecológico” ya que están “totalmente acorralados por la agricultura”. Amplió: “La frontera agrícola-ganadera se movió tanto que todos los montes en donde ellos cazaban hoy son campos de soja. Y soja no van a comer”.
“Los pumas son los grandes carnívoros que tenemos en nuestro ecosistema, el depredador más grande que hay en Argentina porque yaguaretés prácticamente no hay”, explicó el voluntario, y continuó: “No encuentran vizcachas, ni liebres, ni ninguna presa silvestre. Donde ellos tenían presas naturales para alimentarse hoy hay campos en los que pueden haber terneros, ovejas o gallinas. Los dueños de la ganadería los declaran enemigos y cuando se meten en un feedlot y matan algunos terneros, el dueño del campo va a matar al puma”.
La hembra puma enseña a cazar a sus crías matando varios ejemplares que son blanco de depredación en una sola noche, según explicó Peruggino, no para comer sino para que los cachorros practiquen e incorporen el hábito. Es puro instinto animal. Sin los animales mencionados, reemplazados por ganado, el puma entra en un proceso que lo enfrenta permanentemente con los productores ganaderos.
“La naturaleza es así”, manifestó el referente, y aclaró que “la naturaleza de los pumas” no es enseñarle a cazar a sus cachorros con vacas: “Para un puma, comerse una vaca es imposible y es un esfuerzo enorme matar un animal más grande que uno. Ellos comían presas más chicas. Pero como ahora no hay, no les queda opción”.
“El productor que mata a una hembra, no mata a los cachorros. A los días los encuentra, se los lleva a la estancia y los cría como gatitos. Pero 2 o 3 meses después, cuando no los puede tener más, los pumas quedan condenados al cautiverio porque la madre no está para enseñarles a cazar, porque no conocen a otros de su especie y porque se crían entre humanos”, completó.
Según el Sistema de Información de Biodiversidad de la Administración de Parques Nacionales, los pumas son víctimas del mascotismo ya que se cría de cachorro y luego se convierte en un potencial peligro.