A cuatro años del decreto de aislamiento y en el mes de la Mujer, un homenaje a las que le pusieron el cuerpo a la pandemia
Isabel Busto, jefa de enfermería del SAMCO en aquellos días de pandemia recordó cómo fue luchar contra lo desconocido desde el trabajo diario.
Un 20 de marzo del 2020 el Gobierno Nacional disponía el aislamiento social preventivo y obligatorio para evitar la circulación y el contagio del virus COVID-19. Hoy a cuatro años de lo que marcó un quiebre en la sociedad, desde el Samco local y el colegio de enfermería recuerdan esos días.
“Aquellos días de pandemia se recuerdan con el paso del tiempo con mayor fuerza y también con un orgullo enorme de haber estado a la altura de lo que el momento y la situación sanitaria nos solicitaba, si bien en muchas ocasiones había que ir adaptándose a lo que se iba implementando, nosotras en nuestra ciudad tuvimos un grupo hermoso de trabajo en el que todos los días estábamos espalda con espalda para poder cuidar de todas las personas”, recuerda Isabel Busto, jefa de enfermería de aquellos días en diálogo con El Roldanense.
“Al principio teníamos mucho miedo, pero con el paso del tiempo fuimos tomando todas las medidas de precaución y así fuimos llevando adelante el día a día, fue clave el compañerismo y el trabajo de todo el plantel, desde la chicas de ventanillas, las mucamas, la secretaría de salud de ese momento, la sala de hisopados e internación, la guardia, todos fueron determiantes para poder salir adelante y por suerte entre nosotros no tuvimos que lamentar ninguna víctima fatal”, recalcó.
Las fotos en la memoria, quedan grabadas para siempre. “La pandemia nos enseñó que todos estábamos expuestos a una enfermedad. La primera etapa era muy fuerte porque el enfermo se mantenía aislado, y a veces el familiar le hablaba desde una ventana, esas imágenes quedan en el recuerdo”.
La ayuda era de adentro hacia afuera pero también entre pares: “En la primera etapa del Covid 19, en los días que llovía hacíamos tortas fritas para que los que estaban de guardia pudieran sentirse con fuerzas para seguir luchando contra ese bicho, pero no solamente eso, en muchas ocasiones asistíamos con café y en otras con el oído para escuchar las historias de nuestros compañeros”, rememora Isabel.
Siempre es importante recordar lo vivido, para saber dónde se está parado en la vida y así lo siente Isabel: “Hoy a cuatro años de aquellos días, quiero homenajear a aquellas mujeres que trabajaron arduamente en la pandemia, al equipo que sobrellevó toda una situación inesperada, que por momentos el cansancio jugaba una mala pasada, pero que se levantaba desde el amor propio. Además recordar aquellas que por momentos fueron desafectados por estar con COVID, pero que al terminar su aislamiento volvieron a ponerse de pie ,en ellas y en muchas mujeres que muchas veces desde el anonimato son pilares claves de nuestra salud, quiero rendir mi homenaje, mi agradecimiento por ser parte de ese equipo que enalteció la palabra mujer, madre, amiga y profesional, no solamente de Roldán, sino también de otras ciudades como Carcarañá, San Jerónimo”, cerró.