Por: Andrés Campitelli, presidente saliente de Coprol

Como ex Presidente de Coprol, quiero abordar las preocupaciones recientes que han surgido respecto a la gestión de la cooperativa durante mi mandato. Es importante aclarar que si bien no negamos la situación, es necesario contextualizarla adecuadamente.

Durante el último año, Coprol ha enfrentado una serie de desafíos derivados de actos vandálicos, ajenos tanto a mi persona como a la cooperativa. Estos incidentes, que incluyen el robo de equipos y daños a nuestras instalaciones, han generado un considerable gasto. Por ejemplo, hemos sufrido el robo de bombas y medidores, así como la rotura de plantas, como en el caso de la planta de Tierra de Sueños 1, que ha sido vandalizada en dos ocasiones.

Además, desde septiembre hasta enero, enfrentamos problemas de microcortes y fluctuaciones de tensión eléctrica que resultaron en la avería de seis bombas y un guardamotor. Vale destacar que cada bomba tiene un costo entre 3 y 6 millones de pesos dependiendo del caudal y la potencia. Cada Guardian entre 300 y 500 mil pesos. Más gastos de grúa y personal. Ante esta situación, nos vimos en la encrucijada de decidir entre pagar las deudas acumuladas con la EPE, responsable en parte de estos incidentes, o garantizar el suministro de agua a nuestros usuarios. Esta difícil elección ha limitado nuestra capacidad para invertir en la renovación de vehículos y para otorgar el merecido aumento paritario a nuestros empleados, quienes han colaborado incansablemente a pesar de los desafíos.

No quiero dejar de mencionar que durante mi gestión se ha completado el pago de la obra del tanque por mas de 10 millones de pesos, aunque restan algunos detalles finales por ultimar. Esta decisión se tomó priorizando la mejora del sistema de abastecimiento de agua en el área urbana, en lugar de la renovación inmediata de la flota de vehículos.

Reconocemos que ambas necesidades son urgentes, pero consideramos que era prioritario garantizar un suministro adecuado de agua a nuestros usuarios.

Durante estos cinco años, hemos trabajado arduamente y dedicado mucho tiempo de forma voluntaria para servir lo mejor posible a Coprol y a la comunidad. También desarrollamos un plan maestro de agua invaluable, que establece pautas para evitar futuros problemas en los barrios. Asimismo, hemos limitado nuevos desarrollos urbanos para evitar obras incumplidas y de baja calidad, que representan una carga financiera para la cooperativa y sus usuarios.

Estoy en contacto permanente con las nuevas autoridades de Coprol, de hecho no pudieron registrar sus firmas en el banco y los pagos los sigo realizando yo, por eso también puedo dar fe que a 29 días de abril ya tienen el dinero disponible para pagar sueldos y proveedores y todavía deben recaudar el mes de mayo.

Sabíamos que el aumento llegaría y eso permitirá poner al día los pagos pendientes. Desde hace meses personas mal intencionadas intentaron opacar el gran trabajo que realizamos. Y al día hoy quieren hacer ver cosas que no son. Mantener el espíritu cooperativista fue el mayor desafío, confiamos en que las semillas que hemos sembrado durante nuestra gestión darán frutos en manos de las futuras comisiones, permitiendo mejorar el servicio para todos los residentes de Roldán.

Agradezco a todos los que han colaborado y confiado en nuestra labor durante estos años. Les deseo una exitosa gestión futura.