La Ciudad

A una semana de la desaparición, crece la incertidumbre sobre qué sucedió con el roldanense Marcelo Molina

Las pruebas de luminol hechas en su casa dieron positivas, lo que infiere que habría rastros de sangre. Y si bien el MPA dio a entender que lo busca muerto, no hay mayores precisiones sobre qué aconteció.

Este viernes se cumple una semana desde la desaparición del roldanense Marcelo Molina, luego de que dejara a su hermana en el trabajo y no regresara para traerla de nuevo a casa. En ese contexto, en las últimas horas el Ministerio Público de la Acusación señaló que imputarán a los tres detenidos por homicidio. Y si bien se supo que la audiencia en la que se los sindicará por el crimen se realizará el próximo lunes, no hubo mayores precisiones sobre el paradero del hombre y, según infiere el último parte emitido por Fiscalía, a esta altura se busca su cuerpo.

Una de las hipótesis es que alguno de los detenidos, entre los que están la amante de Marcelo, su hija y el cuñado de la mujer, se habría quebrado y brindó su versión de los hechos. “El cuidador confesó que lo mató”, dijo una de las hermanas de Molina, haciendo alusión a la fábrica allanada el pasado martes a la vera de la autopista Rosario – Córdoba, donde funciona una cocina industrial. En ese lugar y en la casa de Marcelo, la Policía de Investigaciones hizo pruebas de luminol. En su hogar el análisis fue positivo, por lo que se infiere que allí había rastros de sangre.

Mientras la incertidumbre crece, también se agranda la oscura trama que envuelve a Romina, la pareja de Marcelo oriunda de Funes a quien él había conocido en la pandemia. A partir de una investigación propia de los hermanos Molina, se descubrió una ola de mentiras. Si bien había dicho que hacía un tratamiento contra el cáncer en el Hospital Español de Rosario, la familia comprobó que no hay registros de su paso por tal nosocomio. El lunes, en tanto, visitaron su casa y notaron que no solo su esposo no falleció en 2023, sino que vive junto a ella.

Las conductas evasivas y datos apócrifos se pronunciaron durante la semana, incluso mirando hacia atrás en la relación. Según contó en Roldán FM92 un familiar indirecto de Marcelo, los contactos habían comenzado de forma virtual y ella le aseguró ser hija del dueño de un reconocido supermercado ubicado en Funes. Esta mujer fue la que, tan solo un día después de la desaparición y según contó una vecina a las hermanas, llegó a la casa de Las Heras al 800, colocó la camioneta de culata y cargó una gran cantidad de objetos que pertenecían a Marcelo.