La ilusión de estrenar la vivienda propia les duró poco a María José Duarte y su esposo. Es que a nueve meses de habitarla, comenzaron a notar algunos “vicios” de la construcción que fueron pasando de menor a mayor: desde goteras en las habitaciones, o una chimenea que no fue tal, hasta el más grave, una columna de la cochera que ya cedió siete centímetros.

Cansada de hacer el reclamo correspondiente y no encontrar prontas soluciones de parte de la Cooperativa de Vivienda Rosario (la cual tuvo a su cargo la edificación), la damnificada decidió hacer público su caso para intentar advertir a otras personas.

La vivienda está ubicada en el barrio La Casona, se comenzó a construir en abril de 2014 y en mayo de 2015 estaba terminada. “Desde diciembre de 2015 hasta mayo cuando entramos a vivir, nadie fue a verla. Nosotros seguimos todo de cerca porque mientras se hacía estábamos viviendo en un quincho ubicado en el mismo terreno, pero ellos no nos dejaban entrar a la construcción”, contó María José en diálogo con El Roldanense.

“Tenemos dos problemas con la empresa que son importantes, la primera es que hay una columna en la cochera que ya se hundió aproximadamente siete centímetros y no se cuánto tardará en comenzar a romperse y por ende a quebrarse todo el techo de la misma”, reclamó la propietaria.

“Los que dicen que controlaron la obra estaban avisados de que esto iba a suceder desde antes de la posesión. De más está decir que el director de este control jamás nos atendió ni respondió un correo, ni nos atendió telefónica ni personalmente. En diciembre 2015 y luego de haber hablado con voz muy alta en la Cooperativa, el presidente de la empresa se comprometió a una serie de arreglos, como ser cinco goteras en un dormitorio, una chimenea que es para leños y ellos decidieron que no era así, el exterior de la chimenea bicolor por error no aceptado, y la columna de la cochera que se supone es el más urgente. Esto fue el 12 de diciembre, estamos a 15 de febrero y hasta el momento no hay noticias”, apuntó la damnificada en un comunicado que hizo llegar a este medio y que también hizo público en las redes sociales.

“El otro problema que no es menor es que lamentablemente a la empresa no le interesa qué cosas le pasa a la vivienda entregada, juegan con los tiempos, juegan con nosotros, juegan con nuestra salud mental, sin importarles nada. Es importante que nos solucionen estos problemas porque es nuestra vivienda, única vivienda que debe estar en pie hasta el fin de nuestros días y que los próximos adjudicados estén atentos y no cedan por necesidad, porque ese es el juego de ellos”, puntualizó por último María José.