Allanaron una casa en Roldán e investigan si su dueño extorsionaba a Rosario Central junto a “Pillín”
El operativo se dio en el marco de los allanamientos que se realizaron días atrás en el Gigante de Arroyito. Se presume que el ex líder de la barra cometió acción fraudulenta contra el club junto al ex intendente del estadio, vecino de la ciudad.
A un mes del crimen de quien fuera líder de la barra brava de Rosario Central, Andrés “Pillín” Bracamonte, la Justicia investiga si él y su socio, el intendente del club, Sergio Quiroga, cometieron administración fraudulenta contra la entidad de Arroyito y la extorsionaban para quedarse con los contratos de la prestación de algunos servicios.
En ese marco, el jueves pasado una brigada de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) allanó oficinas que se encuentran en el estadio de Central y secuestró 18 millones de pesos y 4 mil dólares. El fiscal Miguel Moreno detalló que «se allanó la Intendencia del club y la casa de Quiroga», ubicada en Roldán, y puso de relieve que «la fiscalía posee elementos que acreditan que Quiroga cometió administración fraudulenta contra el club y como socio de Bracamonte ejercía presiones para lograr contratos con el club. No esperábamos encontrar ese dinero y esperaremos a ver si las autoridades del club dan una explicación sobre el dinero o estaba ahí en una situación ilegal“, puntualizó.
Horas después del allanamiento, desde la Comisión Directiva del club se emitió un comunicado oficial. «En virtud de los hechos ocurridos en el día de la fecha y que fueron de amplia difusión, el Club Atlético Rosario Central informa a sus asociados que este jueves 5 de diciembre, en el marco de la investigación de la causa caratulada como lavado de activos agravada, investigación penal preparatoria a cargo de la Fiscalía de Delitos Económicos de Rosario, que se inició en abril de 2020 e involucra a Andrés Bracamonte y otros, y que no tiene vinculación directa con el club, se realizó un allanamiento específicamente en la oficina de Intendencia, por lo cual el Club Atlético Rosario Central se puso a disposición del Ministerio Público de la Acusación (MPA) para brindar cualquier tipo de información que requiera dicho organismo».
La sociedad entre Pillín y Quiroga se plasmó oficialmente en 2019, cuando ambos crearon la empresa Ruffino SAS.
En inmediaciones del estadio
Según el estatuto de la sociedad, Ruffino SAS fue constituida el 26 de julio de 2019 y, paradójicamente, el domicilio legal está registrado en Coronel Fernández al 1000 b, en inmediaciones del estadio Gigante de Arroyito. Quiroga fue designado administrador titular y representante legal de la sociedad, y Bracamonte era el administrador suplente. El capital social inicial declarado fue de 30 mil pesos.
La empresa fue declarada como una sociedad que, por cuenta propia y de terceros o asociada a terceros, está capacitada para realizar las siguientes actividades: fabricación, comercialización, distribución, importación y exportación al por mayor y menor de indumentaria de ropa deportiva, calzados, prendas y accesorios de vestir.
Además se dedica a la «construcción, reformas y reparación de edificios residenciales y no residenciales, incluyendo viviendas unifamiliares, multifamiliares, departamentos, albergues, restaurantes, bares, bancos, oficinas y locales comerciales e instituciones deportivas». También presta «servicio de organización de convenciones, exposiciones comerciales, festivales, espectáculos, shows, galas, ceremonias y desfiles, incluyendo eventos culturales y deportivos».
Durante la investigación del patrimonio de Pillín, la Fiscalía constató que en la sede fiscal de la firma no había datos sobre la empresa, pero si los hubo en la oficina de Quiroga. En tanto, el 87 por ciento de las ventas en el semestre que iba desde septiembre de 2019 a febrero 2020 fueron hechas al club de Arroyito por 805.690 pesos.
En ese orden, el fiscal Moreno detalló que la empresa de Bracamonte y Quiroga era «un emprendimiento empresario sólo en lo formal, que aparecía prestando servicios a Central y en rigor sólo obtenía dinero a cambio de nada”.
En el contexto de la causa Bracamonte estuvo preso cinco meses en 2020 hasta que recuperó la libertad bajo una fianza de tres millones de pesos. El expediente fue iniciado por el fiscal de delitos económicos, quien investigó los negocios que, a su entender, Bracamonte pretendía ocultar con el armado de al menos cuatro empresas de servicios que tenía al club Rosario Central entre sus clientes.
Fuente: La Capital