Plantas aromáticas: salud, color y sabor para nuestra huerta y cocina
Cultivar hierbas aromáticas en casa será la oportunidad de saber un poco más de ellas. Como retribución recibiremos salud, aromas, sabores y colores únicos que podremos sumar a nuestras comidas con sólo cortar cuidadosamente una ramita de tomillo o una hoja de albahaca.
Por @MainumbíJardin
Cultivar hierbas aromáticas en casa nos acerca a una nueva vivencia: la autoproducción. Cada día será la oportunidad de saber un poco más de ellas, y nos darán como retribución salud, aromas, sabores y colores únicos que podremos sumar a nuestras comidas con sólo cortar cuidadosamente una ramita de tomillo o una hoja de albahaca. No es necesario disponer de un terreno muy grande ni invertir mucho dinero. Agua, luz y una adecuada selección de especies vegetales con propiedades benéficas para distintas dolencias, pueden hacer de tu patio una verdadera “farmacia verde”. Incluso si tenés espacio y buena luz en tu cocina, podés tenerlas en macetas junto a la ventana, ¡más a mano imposible!
Entre las incontables ventajas de su cultivo podemos encontrar que son una fuente viva de aromas y sabores, y una farmacia natural. La mayoría son de tamaño pequeño y requieren poco espacio para su cultivo; un gran número de ellas son perennes, bienales o se cultivan como plantas perennes; no necesitan grandes recursos, especialmente si se cultivan ecológicamente de manera orgánica; son decorativas, ofrecen fragancias, colores y formas diferentes que alegran el ambiente y tienen usos múltiples. Son magníficas plantas acompañantes de otros cultivos y algunas ejercen el control biológico de plagas y repelen insecto. Estas son algunas de las más conocidas y recomendadas:
ALBAHACA: favorece la digestión.
MENTA: ideal para bebidas heladas y ensaladas de frutas. Es estimulante, estomacal y antiespasmódica. En infusión está indicada en casos de indigestión.
PEREJIL: característico de nuestras cocinas, simplemente “va con todo”. Se utiliza para calmar el dolor de muelas causado por las caries, para detener el flujo lácteo y las hemorragias nasales.
ROMERO: ideal para las salsas de tomate y como condimento para carnes.
TOMILLO: para el pescado, los huevos, el pollo. La infusión de tallos y hojas, favorece la digestión, y es un buen calmante de la tos, de las irritaciones del aparato respiratorio y los resfriados.
ORÉGANO: se utiliza en seco aunque su olor es más pronunciado cuando es fresco. Perfecto para el tomate, el queso, las verduras y la carne. Es rico en aceite esencial, estomacal y expectorante. En infusión se utiliza contra la tos, bronquitis e insomnio. Externamente, en forma de aceite, ungüento o cataplasma, alivia diversas afecciones como el reumatismo, los dolores articulares y el dolor de cabeza.
LAVANDA: la infusión y los baños de inmersión tienen propiedades sedantes. También se usa externamente por sus propiedades antisépticas, para lavar y limpiar heridas.