El roldanense Mateo es el único héroe en el lío de Newell´s
En medio de un clima de cuestionamientos para con dirigentes, plantel y técnico, el deportista local desata ovaciones sin siquiera tocar la pelota.
Incluso en el marco de un clima enardecido por los cuestionamientos que bajan hacia la dirigencia, el plantel y el cuerpo técnico, el hincha de Newell´s no pierde oportunidad para manifestarle su apoyo a quien sin dudas se ha convertido en el jugador más mimado del equipo: el roldanense Diego Mateo no tiene necesidad de jugar un sólo minuto para recibir resonantes muestras de cariño desde las tribunas.
Prueba de ello tuvo lugar el pasado domingo, cuando el equipo rosarino recibió al débil Temperley para sólo conseguir un empate. El magro resultado, sumado al mal momento deportivo que atraviesa el conjunto rojinegro, desató silbatinas generalizadas y profundizó el malestar con casi todos los actores que le dan forma a la instutución, dentro y fuera de la cancha. La excepción, se ha dicho, es Pomelo: cuando el mediocampista local salió del banco de suplentes para realizar ejercicios de precalentamiento al comienzo de la segunda etapa, el estadio entero se dedicó a corear su nombre.
Además de dar cuenta una vez más del profundo sentimiento que une a la hinchada leprosa con el futbolista nacido en la ciudad, el episodio debe ser entendido también como un nuevo respaldo frente a un escenario en el que inexplicablemente, en lo que se entiende como una situación de destrato, Mateo está siendo relegado del primer equipo desde que asumió Lucas Bernardi como entrenador.