Florencia tiene 29 años, es contadora y, cansada de trabajar muchas horas, decidió dar un vuelco a su vida y cambiar de país para rearmar su futuro. Hoy en día y luego de dos años de aquella decisión, siente que su intuición y firmeza de haber elegido escribir su propio destino, es lo mejor que hizo en su vida.

‘‘En marzo del 2019 y luego de pensarlo bastante y hablarlo con una amiga, junto a mi novio decidimos cambiar la forma de vida que teníamos hasta ese entonces. Ambos somos contadores, trabajábamos muchas horas en una empresa y eso nos generaba un agotamiento extremo, entonces decidimos cambiar y decidimos viajar a Australia para armar nuestra vida’’, contó Florencia a El Roldanense.

El miedo a conseguir un trabajo siempre es la dificultad mayor cuando uno emigra, pero para Florencia y Mauro no fue un obstáculo. ‘‘Al mes de haber llegado conseguimos un trabajo en base a nuestra profesión: gracias a una Visa de Vacaciones y Trabajo pudimos trabajar Full Time. Eso duró un año peo todos los que quieren pueden extenderlo haciendo algún otro tipo de trabajo, nosotros hicimos labores en una granja y nos permitió extender la visa un segundo año. Ese nuevo trabajo nos llevó a mudarnos en diciembre del 2019  a Tazmania, lugar que nos permitía hacer aquel trabajo de granja’’, relató.

La pandemia marcó a todas las personas de una u otra manera, para estos jóvenes, estableció la posibilidad de quedarse en el hemisferio sur. ‘‘Cuando llegó la pandemia teníamos pensado volver a Argentina, pero imaginábamos que si lo hacíamos no íbamos a poder volver a entrar, entonces decidimos seguir aquí’’, explicó la joven roldanense y agregó: ‘‘En ese momento por el contexto nos tocó dejar de ejercer nuestra profesión, entonces decidimos apostar todo a la granja, la cual nos dio la posibilidad de continuar en Australia. Nos tuvimos que trasladar a una localidad cerca del norte, a Bondi Beach, que queda cerca de Sidney, y hoy por hoy es el lugar en el que estamos viendo’’.

Asado y residencia definitiva

Las comidas típicas de nuestro país siempre se extrañan, pero la pareja encontró un lugar en donde poder deleitar el paladar. ‘‘Encontramos muchos argentinos, entre ellos una pareja que nos hicimos amigos y a partir de allí podemos mantener algunas de nuestras costumbres como comer un asado, que compramos a una carnicería que está atendida por un persona China, que consigue cortes argentinos como una tira de costilla, chorizos o cinchulines’’, detalló la contadora.

El presente de la pareja está hoy inspirado en buscar todas las formas posibles de quedarse donde habitan hace ya dos años y no en volver al país. ‘‘Si bien estamos transitando el tercer año de estar en Australia y es el máximo del tiempo que estipula una Visa de Vacaciones y Trabajo, buscamos otras opciones como por ejemplo una visa de estudiantes para poder continuar viviendo aquí o también buscamos la posibilidad de generar una empresa que nos de un sponsor el cual nos habilite a seguir trabajando como contadores y de esa manera lograr tener una visa por un tiempo más, hasta llegar al punto de tener la residencia definitiva’’, proyectó.