Federico Bertossi es un joven de 32 años que hace tres decidió partir de su Roldán natal para ir en busca de nuevas aventuras, cruzando al otro lado del océano. Radicado en la ciudad de Valencia, en España, es uno de los tantos extranjeros que deben hacer frente a este duro contexto mundial de expansión del virus Covid-19 alejado de su familia y amigos.

“El viernes 13 por la tarde ya habló el presidente avisando de que iban a cerrar todos los lugares de ocio a partir de las 12 de la noche y ahí fue cuando todo el mundo tomó conciencia real de lo que estaba sucediendo. El sábado por la noche se decretó el estado de alerta y se decidió que nadie puede salir a la calle y todos debíamos permanecer en nuestras casas”, contó Federico.

El joven contó que el Gobierno solo permite hacer salidas muy concretas, como compras en supermercados, pasear a los perros e ir a trabajar, en el caso de que la persona se desempeñe en algún área que tenga que estar abierta. Para las compras, solo puede salir un miembro de la familia y se le permite hasta un máximo de productos para que no haya desabastecimiento. A los supermercados entran en grupos de 40 y los demás hacen fila afuera esperando que les toque su turno, con un metro de distancia de persona a persona.

Como tantos otros ciudadanos, Bertossi vio amenazado su puesto laboral. El joven se encontraba trabajando como mozo en un bar desde hacía un año y medio y cuando se supo que los comercios debían cerrar se encargó de hablar con su jefe para que no lo despidiera: “Hablé con él, le expliqué que no quería perder la antigüedad y los beneficios que tengo por trabajar hace tiempo y decidió que por ahora mantenía mi trabajo, aunque este quedara en suspenso”.

Igualmente, según trascendió, el Estado brindará un subsidio a aquellas personas que se hayan quedado desempleadas a raíz de la cuarentena. Según Bertossi, este subsidio ya existe y se llama Paro, se trata de un monto que el Gobierno otorga a las personas con más de un año de antigüedad que se quedan sin trabajo. Sin embargo, a raíz de esta situación se decidió que lo cobren todos, incluso a aquellos trabajadores que no llegan al tiempo establecido.

Federico ya se encargó de llenar los papeles correspondientes y dentro de una semana sabrá si le otorgan el subsidio, que representará un 70% de su sueldo. Por ahora la cuarentena está decretada hasta el 29 de marzo, aunque la misma puede extenderse por más tiempo si la situación lo amerita. De hecho, en España se comenta que, por ahora, duraría hasta el 13 de abril por la gravedad de los contagios ya que el país lleva 14 mil infectados y 616 fallecidos.

“Cuando supe que se venía la cuarentena decidí mudarme a lo de un amigo que tiene un departamento grande. Somos varios acá, que nos juntamos para pasar este momento de una forma más linda. También hago videollamadas con mi familia y amigos de Argentina y los trato de concientizar, les digo que se cuiden. Acá los hospitales están saturados de trabajo, los médicos no van a tu casa a menos que te sientas realmente mal porque no dan abasto. Hay que tomárselo en serio”, destacó Bertossi.