Especies nativas: la importancia de incorporarlas a nuestro jardín
Revalorizar las especies autóctonas es clave para reconectar con lo propio de cada lugar, y representa una mirada respetuosa del ambiente, sus plantas, sus insectos y su tierra.
Por @Mainumbí
El uso de plantas autóctonas es una de las estrategias en que se basa el paisajismo sostenible, debido al creciente deterioro del ambiente. Las plantas nativas son un componente fundamental del paisaje original que ha sido desplazado, especialmente en las regiones urbanizadas. Su aprovechamiento paisajístico permite recuperar la valorización de los espacios verdes ya que brindan funcionalidad, economía de mantenimiento y eficiencia en la implantación.
Afortunadamente el diseño local revaloriza desde hace unos años los aspectos del paisaje local originario, generando aportes que reinterpretan la naturaleza como fuente de inspiración y sumando valores de sustentabilidad al proyecto.
“Nuestro paisaje formado por montes, bosques, selvas, montañas, praderas, ríos y arroyos, entre otros, sufre una constante presión por disminuir y desaparecer por la acción del hombre. Si bien el ambiente tiende a restaurarlo de forma dinámica, el crecimiento demográfico avanza en demasía para los tiempos de la naturaleza, por lo que se torna de máxima importancia la conservación del patrimonio de la flora nativa, y su contribución al cuidado del ambiente”, afirma la Ing. Forestal Rosana Gutiérrez, de INTA Zárate.
En zonas de gran crecimiento poblacional, en las que en pocos años muchas hectáreas de campo han sido urbanizadas, es muy importante tener en cuenta esta mirada con criterios de sustentabilidad en el manejo de espacios verdes y por eso al momento de recomendar plantas a nuestros clientes tenemos especialmente en cuenta las especies de esta región. Esto impacta en la regulación climática, conservación del suelo, reservorio y mantenimiento de calidad de aguas, hábitat para animales silvestres, atractivo escénico, entre otros.
Entre las especies propias de esta zona pampeana podemos mencionar árboles como el sauce criollo, gramíneas como la cortadera y la cola de zorro, arbustos y hierbas como el tomillo, el jazmín amarillo o la margarita dulce.
Los seres humanos somos responsables de la conservación de las demás especies, por lo que debemos tener una visión ética de nuestro paso por el mundo, partiendo de conocer, respetar y valorar a la naturaleza en toda su dimensión.
Fuentes: INTA, Universidad de Palermo.